Paraguay

El impacto económico de la pandemia de COVID-19 en el crecimiento de Paraguay fue moderado y uno de los más bajos de la región de América Latina y el Caribe (ALC), pues el producto interno bruto (PIB) solo se contrajo un 0.6% anual y la pobreza se ha mantenido invariable. A su vez, las tasas de pobreza y pobreza extrema se han mantenido (del 19.7% y el 6.2%, respectivamente, en 2020, de acuerdo con las últimas estimaciones internacionales comparables), siendo más bajas que en la región de ALC (del 30.9% y el 10.0%, respectivamente). Previo a la crisis, el gasto público en salud de Paraguay era del 6.7% del PIB, un porcentaje similar al de la región de ALC del 6.8%, pero muy inferior al 8.8% correspondiente a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). No obstante, en el último decenio el gasto público en salud creció dos puntos porcentuales del PIB y alcanzó el nivel de la región, que registró un ligero aumento de 0.3 puntos porcentuales. En 2020, el 38.4% de las personas se declaraban satisfechas con la calidad de la atención sanitaria, un porcentaje más bajo que en la región de ALC (48.2%) y considerablemente inferior al de la OCDE (70.7%). La calidad percibida ha disminuido más de 15 puntos porcentuales en el último decenio, frente a una reducción de casi diez puntos porcentuales en la región de ALC y un aumento de más de un punto porcentual en la OCDE. Entre marzo de 2020 y mayo de 2021, las escuelas han estado cerradas durante 32 semanas, frente a 26 semanas en la región de ALC y 15 semanas en la OCDE. En 2020, el 87.2% de los ciudadanos creían que el gobierno era corrupto, lo que supone un aumento de siete puntos porcentuales en un decenio. Los paraguayos comparten esta preocupación con otros latinoamericanos, dado que el 72.4% de las personas de la región tienen la misma percepción negativa, muchas más que en la OCDE (58.8%).

Paraguay adoptó medidas para mitigar el impacto de la crisis del COVID-19, destinadas a aliviar y contener el impacto regresivo en los hogares, los trabajadores y las empresas más vulnerables. A través de la Ley N 6524/2020, se realizaron transferencias monetarias para la compra de alimentos y productos de higiene con el fin de ayudar a las familias no cubiertas por los programas tradicionales de protección social. También subvencionó exenciones y aplazamientos de pagos de servicios públicos. Con respecto a los trabajadores, se establecieron subsidios adicionales para aquellos que perdieron su empleo durante la pandemia, sobre todo los trabajadores del sector informal, y otorgó indemnizaciones por despido y suspensión de pagos a los empleados del sector formal. Para ayudar a las empresas, Paraguay realizó transferencias y concedió garantías para que las instituciones nacionales pudiesen proporcionar financiación a las pequeñas y medianas empresas. De cara al futuro, el Plan de Recuperación Económica Ñapu´a Paraguay (financiando por el Banco de Desarrollo de América Latina) se centra en tres objetivos a corto plazo: i) aumento de la protección social; ii) inversión y empleo; y iii) financiación del crecimiento económico y objetivos a medio-largo plazo que consisten en reformas estructurales destinadas a la transformación del Estado. El plan reconoce que las instituciones actuales deben reforzarse y que el bienestar de los ciudadanos debe ser el eje del modelo de desarrollo económico. Las propuestas para la Transformación del Estado tienen como objetivo encauzar al país hacia un nuevo contrato social que reduzca las desigualdades existentes y busque un futuro sostenible.

Los proyectos de cooperación internacional dentro y fuera de la región han canalizado la colaboración con diversos países socios y organizaciones internacionales para superar las dificultades planteadas por el COVID-19. Dentro de ALC, en el marco del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), se creó una red de trabajo para el apoyo a la salud y el desarrollo y la producción de pruebas de diagnóstico grave y serológicas. Además, Paraguay colaboró con los gobiernos de Chile, Colombia, México, Uruguay, Argentina y Brasil en el intercambio y fortalecimiento de personal médico. Fuera de la región, socios estratégicos de Paraguay como la Unión Europea, Estados Unidos, Taipéi chino, Qatar, los EAU e India, han reorientado sus proyectos para apoyar los sectores esenciales para la recuperación económica y social en el país. Se destacan las iniciativas de consolidación de la protección social, refuerzo de los sistemas de agua y saneamiento (Acción: suministro de agua a las ciudades del Chaco paraguayo), apoyo a las pequeñas y medianas empresas, educación de calidad para todos los niños, campañas contra la violencia de género y la mejora de las oportunidades de formación en el empleo para jóvenes.

Referencias

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