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OECD Multilingual Summaries

OECD Regional Outlook 2019

Leveraging Megatrends for Cities and Rural Areas

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Perspectivas regionales de la OCDE 2019

Impulsar megatendencias en ciudades y zonas rurales

Resumen en español

Las políticas basadas en un lugar pueden atajar el débil crecimiento económico y el malestar público

Desde que se fundara en 1999, el Comité de Política de Desarrollo Regional de la OCDE ha defendido que se apliquen políticas basadas en el lugar para ayudar a todas las regiones a usar su pleno potencial económico. Estas políticas basadas en el lugar son un complemento imprescindible a las políticas económicas estructurales porque estas no tienen en cuenta de manera adecuada los factores regionales específicos.

Adoptar políticas basadas en el lugar es acuciante a la luz de las grandes y persistentes desigualdades en el rendimiento por regiones de muchos países de la OCDE. De media, la productividad en la región menos productiva de un país es un 46 % inferior que la productividad en la región más productiva. Asimismo, en un tercio de los países de la OCDE el crecimiento de la productividad se ha concentrado en una única región, de por sí con elevada producción, que por norma general alberga a la ciudad más grande del país, incrementando, con ello, las desigualdades regionales. Habida cuenta de la limitada movilidad laboral, los trabajadores de muchas regiones se ven, por ende, obligados a permanecer en trabajos menos productivos de lo que podrían ser.

Los efectos de las desigualdades regionales se han visto agravados por la crisis financiera mundial y el crecimiento subsiguiente en la mayoría de los países de la OCDE en los últimos años. Juntos, estos factores han llevado a un aumento del malestar público para con el status quo político, económico y social. Las políticas basadas en un lugar pueden ayudar a superar el malestar público, no solo porque promueven el desarrollo económico, sino porque ponen de relieve las culturas y tradiciones locales y ayudan a contrarrestar la sensación de "quedarse atrás" o de "no importar".

Además de los efectos de la globalización y la insatisfacción que esta ha generado en ciertos lugares, para avanzar, las políticas basadas en un lugar tendrán que anticipar y abordar los impactos específicos en las regiones de las tres siguientes megatendencias, a saber:

  • la digitalización, la automatización y otros cambios tecnológicos
  • los cambios demográficos, incluidos la urbanización, el envejecimiento y la migración
  • el cambio climático y la escasez de los recursos.

Estas megatendencias no afectarán de manera uniforme a los países, sino que variarán de región en región. Unas respuestas políticas adecuadas necesitan tratar estas divergencias, por ejemplo, buscando nuevas inversiones y ajustando los sistemas de gobernanza multinivel para que respondan mejor a las especificidades regionales.

La automatización y otras tecnologías perturbadoras darán una nueva forma a las economías y sociedades en todas las regiones

La inteligencia artificial, los vehículos autónomos, la impresión en 3D y otras nuevas tecnologías son motores importantes del crecimiento de la productividad que garantiza, a fin de cuentas, un aumento en el nivel de vida, y cambiarán el lugar donde viven las personas y cómo trabajan y se comunican entre ellas. No obstante, también llevarán a la automatización que conducirá a una redistribución de empleos descomunal entre sectores y lugares. Los cálculos muestran que el número de países con un elevado riesgo de automatización varía entre el 4 % y el 39 % entre las regiones de la OCDE.

Las regiones, sobretodo las que cuentan con una gran parte de empleos en riesgo de automatización, necesitan adoptar políticas para equipar a los trabajadores con habilidades que tengan menos probabilidad de automatizarse y que se puedan adaptar a los nuevos perfiles laborales. Dependiendo del tipo de empleo perdido y creado en una determinada región, serán necesarias diferentes combinaciones de mejora de las capacidades y perfeccionamiento de empresas.

La automatización se sentirá con fuerza en zonas rurales debido a que dependen, de manera desproporcionada, de la fabricación y que tienen pocos servicios en su economía. Por el contrario, muchas tecnologías emergentes, como los vehículos autónomos, dispositivos aéreos sin piloto, la fabricación de aditivos y las tecnologías de realidad virtual pueden beneficiar a las zonas rurales porque reducirán las desventajas debido a la baja densidad y a las largas distancias. Estas nuevas tecnologías también pueden mejorar el suministro de servicios en zonas rurales y los legisladores deberían, por ello, facilitar su adopción.

Las grandes ciudades es probable que disfruten al máximo de la creciente importancia de las actividades de gran contenido cognitivo debido al cambio tecnológico. Sin embargo, la polarización de habilidades en los empleos puede llevar a un incremento en las desigualdades intraurbanas entre trabajadores altamente calificados y poco calificados. Para que las zonas urbanas se desarrollen bien, el mayor reto será el de garantizar que el éxito económico continuo no conduzca a un aumento de los costes de la vida, que ya suponen una carga, especialmente para los más pobres, aunque cada vez más, también, para la clase media. Asegurar que las viviendas sean asequibles es un elemento clave en este reto.

Las estadísticas de grandes datos, el internet de las cosas, la tecnología cívica, la realidad virtual y otras tecnologías pueden usarse para construir ciudades inteligentes, transformar el suministro de servicios públicos y facilitar la participación ciudadana a escala local. Los gobiernos locales deberían adaptar estas tecnologías, abordando, al mismo tiempo, los riesgos asociados a ellas, por ejemplo en cuanto a la privacidad y la exclusión de grupos marginados.

La demografía regional cambiará debido al envejecimiento, la urbanización y la migración

La urbanización sigue su curso en todo el mundo. El porcentaje de población urbana está al alza en la mayoría de los países de la OCDE, aunque el crecimiento es mayor en países de ingresos bajos y medios. En todo el mundo, había 5799 ciudades con más de 100 000 habitantes en 2015, dando hogar a casi 3 mil millones de personas.

Si bien es cierto que algunas ciudades crecen, otras están disminuyendo. Las nuevas proyecciones muestran que de la regiones de la OCDE de las que hay datos disponibles, el 57 % perderá población para 2050. Esto hará que disminuya la base impositiva y dificultará la distribución de servicios públicos. Estos desafíos pueden mitigarse con automatización y el uso de nuevas tecnologías para el suministro de servicios y los legisladores en regiones que envejecen o disminuyen deberían usar las posibilidades que ofrecen estas nuevas tecnologías de manera estratégica.

La migración puede, asimismo, mitigar el envejecimiento de la población, ya que los migrantes tienden a ser más jóvenes que la media en la mayoría de las regiones. Las políticas de integración de migrantes deberían adaptarse al perfil de las regiones y de las comunidades locales de migrantes, y tienen que involucrar a un amplio abanico de actores, incluidas empresas y ONG.

El cambio demográfico tendrá efectos asimétricos en las finanzas públicas subnaciones dentro de los países. Este afectará de manera especialmente negativa a las zonas rurales, tanto del lado del gasto como del de los ingresos. Los avances demográficos y otras megatendencias, como la digitalización, podrán cambiar también, en sustancia, las bases impositivas en las regiones, mediante cambios en los mercados laborales e ingresos de las empresas, así como modificaciones en el valor de las tierras y los precios de la vivienda. Los gravámenes subnacionales y los mecanismos de compensación tendrán, asimismo, que ajustarse de forma adecuada.

Los gobiernos subnacionales son actores importantes en la lucha contra el cambio climático

La megatendencia medioambiental dominante en las próximas décadas es el cambio climático. Los gobiernos regionales y locales desempeñan un papel crucial en la lucha contra el cambio climático y la adaptación al mismo, sobretodo porque son los que realizan el 64 % de la inversión pública contra el cambio climático total.

Los gobiernos subnacionales persiguen algunas de las políticas más comprometidas para encarar el cambio climático. Aunque su alcance está limitado por la financiación y los desafíos en cuanto a la capacidad, los gobiernos nacionales deberían brindar los medios jurídicos y financieros necesarios para permitir a los subnacionales perseguir sus ambiciosas políticas. Para reflejar el papel preponderante de los gobiernos subnacionales en la contienda contra el cambio climático, sus contribuciones para reducir las emisiones de carbono deberían hacerse más explícitas mediante metas.

Las megatendencias mundiales conllevan necesidades de inversión

El nivel actual de inversión total es inferior a la mitad de lo que se necesita para prepararnos para las nuevas tecnologías y atajar problemas como el envejecimiento y el cambio climático adecuadamente. Los gobiernos subnacionales que, de media, son responsables del 57 % de inversión pública en los países de la OCDE, serán quienes lleven la voz cantante en el aumento de dichas inversiones y en la obtención de un buen rendimiento de ellas. Para maximizar la capacidad fiscal con miras a la inversión, los gobiernos subnacionales deberían buscar financiación privada cuando se pueda contar con esta posibilidad.

Los sistemas de gobernanza multinivel tienen que adaptarse para satisfacer demandas futuras

Los sistemas de gobernanza multinivel tienen que reforzarse y flexibilizarse para reflejar las disparidades regionales. Muchos países de la OCDE han avanzado hacia una descentralización asimétrica en los últimos años. Esta tendencia es probable que continúe y puede ayudar a adaptar la gobernanza a las divergencias en las condiciones y capacidades regionales, metropolitanas y locales.

La gobernanza experimental que integra el aprendizaje práctico y los procesos de "ensayo‑error" en el diseño de políticas pueden ayudar a los gobiernos a crear mejores enfoques para abordar las necesidades locales diferenciadas. Estos enfoques pueden, también, combinarse con una descentralización asimétrica, por ejemplo, para desarrollar nuevas soluciones de gobernanza en zonas metropolitanas.

Comprender las tendencias futuras es esencial para generar buena políticas. En toda la OCDE, los gobiernos nacional y subnacional usan varios instrumentos para formular políticas regionales que resistan al tiempo, que van desde las predicciones basadas en datos a ejercicios de predicción flexibles. Sería deseable contar con un amplio espectro de herramientas para preparar un gran abanico de escenarios verosímiles (aunque por definición inciertos) sobre diferentes horizontes temporales.

© OECD

Este resumen no es una traducción oficial de la OCDE.

Se autoriza la reproducción de este resumen siempre y cuando se mencionen el título de la publicación original y los derechos de la OCDE.

Los resúmenes multilingües son traducciones de extractos de publicaciones de la OCDE editados originalmente en inglés y en francés.

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© OECD (2019), OECD Regional Outlook 2019: Leveraging Megatrends for Cities and Rural Areas, OECD Publishing.
doi: 10.1787/9789264312838-en

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