5. Perspectivas para permitir una mayor financiación e inversión para soluciones de bioenergía

Colombia ha logrado un progreso notable durante la última década en el desarrollo del entorno de políticas generales y el marco de mercado para el desarrollo de la energía limpia. La reciente actualización de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) del gobierno, junto con una serie de importantes señales políticas de alto nivel como las estrategias de Crecimiento Verde, Economía Circular y Bioeconomía, han enfatizado todas, el compromiso del país para reducir sus emisiones de GEI y alcanzar sus Objetivos de Desarrollo Sostenible. Otras reformas, las mejoras en curso del mercado de capitales y el marco de finanzas sostenibles emergente a través de la próxima taxonomía, son también medidas críticas que señalan la intención del gobierno de lograr esas ambiciones de sostenibilidad de alto nivel.

Aun así, permitir la transición hacía la energía limpia a través de oportunidades como el desarrollo de la bioenergía requiere señales de políticas adicionales, reformas regulatorias e incentivos de mercado para crear el entorno propicio para la inversión en estas soluciones. Colombia tiene la suerte de contar con considerables recursos de energía limpia, desde capacidades solares y eólicas excepcionales hasta flujos de desechos agrícolas, industriales y municipales sin explotar que se pueden utilizar para producir múltiples formas de bioenergía, ya sean biocombustibles para el transporte, biogás para la industria o biodigestión para la producción limpia de electricidad y calor. Estas oportunidades de bioenergía pueden desempeñar un papel fundamental para hacer frente a la creciente dependencia de las importaciones de combustibles fósiles, no solo aprovechando los recursos de energía renovable disponibles en el país, sino también aumentando la seguridad del suministro a través de fuentes de energía locales, por ejemplo, para la generación de electricidad a pequeña escala en áreas no conectadas con la red nacional.

Los recientes desarrollos, como las subastas de energía renovable de 2019 y 2021, han atraído el interés de desarrolladores e inversionistas nacionales e internacionales, lo que indica la importante oportunidad de alcanzar las ambiciones de energía limpia con la participación del sector privado. Sin embargo, abrir la puerta al capital privado ampliado para financiar e invertir en el desarrollo de energía limpia requiere medidas específicas adicionales que aseguren una cartera sólida de proyectos financiables. Esto incluye un claro reflejo de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) y las ambiciones de desarrollo sostenible en la política energética nacional, señalando en particular el papel esperado de la energía limpia, incluyendo vectores de bioenergía, con respecto al uso de combustibles fósiles en las estrategias de desarrollo a corto, mediano y largo plazo del país. De manera crítica, esto creará el entorno de políticas para que los desarrolladores de proyectos, las empresas y los inversionistas formulen sus propios planes estratégicos sobre las acciones a seguir.

Las señales de política también pueden afrontar más claramente los roles y oportunidades esperados para los proyectos de bioenergía, incluida la forma en que estos se vinculan con el logro de múltiples ambiciones nacionales, que van desde energía segura, confiable y asequible hasta una mejor gestión de desechos, productividad mejorada y bioecología realzada. Las lecciones extraídas de las experiencias con el uso y el crecimiento de la tecnología bioenergética en las industrias de caña de azúcar y aceite de palma pueden ayudar a diseñar las herramientas de política, las medidas regulatorias, los incentivos de mercado y el apoyo financiero apropiados para impulsar la adopción de estas tecnologías en otras aplicaciones.

Esto incluye oportunidades para el uso de bioenergía para la generación de electricidad, que además de proporcionar una capacidad de energía limpia local más segura y confiable, por ejemplo en zonas no interconectadas (ZNI), también puede ayudar a reducir el uso de combustibles fósiles en la generación de energía, a hacer frente al impacto creciente de los efectos climáticos en la formidable capacidad hidroeléctrica del país, y ayudar a cerrar la brecha para cumplir con la ambición del gobierno nacional de tener un 100% de acceso a la energía para el año 2030. La capacidad de bioenergía puede también respaldar un mayor despliegue de fuentes variables de electricidad renovable, como la solar y la eólica, desempeñando un papel importante en los mercados mayorista, de energía firme (confiabilidad) y en el mercado spot.

Sin embargo, estos valores deben reflejarse más claramente en la política del mercado energético, las regulaciones y el diseño del mercado eléctrico. Específicamente, los planes de generación de electricidad de la UPME no reflejan suficientemente el valor estratégico de las soluciones de bioenergía dada la gran dependencia de la cartera actual de adiciones de capacidad planificadas, que efectivamente beneficia a las tecnologías existentes sobre las nuevas y emergentes. Las reglas sobre el acceso al mercado de la electricidad (por ejemplo, para acuerdos de compra de energía (PPA) fuera del sitio con clientes no regulados) y las consecuencias de un mercado considerablemente integrado, que obliga a una alta dependencia de la voluntad de los minoristas de conectar proyectos de generación distribuida, también crean barreras críticas para las adiciones de capacidad de electricidad de bioenergía. Los estándares de la cartera de energía renovable, sin beneficio minorista para trabajar con autogeneradores, cogeneradores y consumidores no regulados, limitan igualmente las oportunidades para proyectos de bioenergía.

El entorno regulatorio para la gestión de desechos, que no fomenta suficientemente la clasificación, el tratamiento, el reciclaje, la reutilización y la recuperación de desechos, agrava aún más los desafíos para el desarrollo de la bioenergía. Si bien Colombia tiene un marco sólido para la recolección y disposición de desechos, las tarifas de los rellenos sanitarios son bastante bajas y a pesar de los llamados para reducir los flujos de desechos, no existe un marco legalmente vinculante para fomentar el desarrollo de alternativas a la disposición. La cantidad de actores, autoridades y regulaciones que tienen que ver con las oportunidades de conversión de desechos en energía también dificulta el desarrollo de dichas aplicaciones.

El acceso a la financiación es otra barrera clave para los proyectos de bioenergía. Si bien los flujos de financiamiento pueden estar mejorando, incluso notablemente para el desarrollo de energía renovable a gran escala, el costo de financiamiento para la bioenergía y otras tecnologías de energía limpia menos establecidas sigue siendo típicamente alto, lo que limita la cartera general de estos proyectos. La experiencia limitada con las tecnologías de bioenergía, la falta de familiaridad con su aplicación y la capacidad crediticia (o falta de historia crediticia) de los prestatarios más pequeños aumentan la percepción general de riesgo para los inversionistas. Incluso las aplicaciones más establecidas, como la cogeneración de bioenergía de caña de azúcar, a menudo dependen de las líneas de crédito corporativas existente, lo que puede aumentar el costo de financiamiento para las adiciones de capacidad.

Para abordar estos problemas, el gobierno de Colombia puede emprender una serie de acciones para mejorar las condiciones generales para el financiamiento y la inversión en bioenergía. Estas incluyen:

  • Establecer metas claras para adiciones de capacidad de bioenergía y otras energías limpias dentro de los Planes de Expansión de Electricidad de Referencia de la UPME, que reflejen las prioridades de política nacional para la transición energética del país y el potencial técnico económico de estas tecnologías para cumplir con las ambiciones de política estratégicas de Colombia.

  • Mejorar la coordinación institucional entre las autoridades pertinentes y las políticas relacionadas que influyen en las oportunidades para desarrollar la capacidad bioenergética. Dicha coordinación podría ser liderada por el DNP, o el gobierno podría considerar la creación de un grupo de trabajo específico o un organismo de coordinación para gestionar la política pública y económica intersectorial relacionada con el desarrollo de la bioenergía, como la Mesa Interinstitucional de Bioenergía en Ecuador.

  • Fortalecer las oportunidades para proyectos de conversión de residuos en energía a través de una orientación política clara y señales, como tarifas de entrada más altas para los rellenos sanitarios y medidas más estrictas de responsabilidad extendida del productor, incluidos posibles requisitos obligatorios de fin de vida para los fabricantes y la industria. El MASD y el MME, en cooperación con otras autoridades como el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, también pueden brindar apoyo a modelos comerciales innovadores para clasificar, tratar y recuperar desechos, incluso para la producción de energía.

  • Asegurar un acceso justo y no discriminatorio a la red, revisando las prácticas actuales del mercado para resolver las barreras bajo las reformas de 2018 que aún limitan el desarrollo de oportunidades de bioenergía, por ejemplo, a través de contratos bilaterales para el abastecimiento corporativo de energías renovables. Como parte de esta revisión, CREG puede proporcionar una guía más clara y eventuales medidas regulatorias para permitir mejores acuerdos de transmisión de energía para facilitar los negocios (ya sean clientes regulados o no regulados) que buscarían adquirir producción de bioelectricidad fuera del sitio.

  • Trabajar con partes interesadas nacionales como el Centro Nacional de Producción Más Limpia y Tecnologías Ambientales para crear conciencia y capacidad para el desarrollo de la bioenergía. Esto incluye involucrar a la industria familiarizada con las necesidades y las oportunidades del mercado para proyectos de bioenergía, como ha sido el caso con la asociación de productores de caña de azúcar, Asocaña. Grupos industriales similares, como el Fondo Nacional de Porcicultores, Porkcolombia, pueden ayudar a los actores del sector a navegar por las regulaciones y los procesos de aprobación y consecución de permisos del proyecto, mientras ayudan a identificar formas de simplificar los procedimientos para reducir los costos administrativos y los plazos para el desarrollo de biogás.

  • Evaluar oportunidades para implementar esquemas financieros específicos para aumentar los flujos de capital a proyectos de bioenergía, incluido el desarrollo de herramientas como garantías, facilidades de crédito verde y préstamos concesionales que permitan una financiación más atractiva y disminuyan los riesgos percibidos por los inversionistas. Estos mecanismos de apoyo y facilitadores de transacciones pueden diseñarse dentro de los fondos y facilidades existentes, como Findeter y FENOGE, y/o en asociación con fondos internacionales o financiamiento climático (por ejemplo, a través de financiamiento combinado) para maximizar el uso de fondos públicos de una manera que catalice el financiamiento privado en el desarrollo de la bioenergía.

  • Buscar reformas continuas del mercado con más políticas y acciones regulatorias como la estandarización de la documentación del proyecto para ayudar a diversificar los productos financieros y desarrollar instrumentos de mercado como bonos verdes que puedan atraer capital para proyectos de energía limpia a las escalas necesarias. Esto incluye cooperación entre las autoridades relevantes, como el MME y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, para llevar a cabo capacitación y desarrollo de capacidades que familiaricen a los actores del mercado con los aspectos institucionales y operacionales de proyectos de bioenergía y otros proyectos de energía limpia.

Adicionalmente, el MME puede trabajar con socios clave como la UPME para mejorar la información sobre el caso comercial y las oportunidades de mercado para el desarrollo de la bioenergía. Esto podría incluir desarrollo de un proyecto de bioenergía o de una base de datos de mapeo, similar a la Infraestructura de Mapeo de Energía Renovable de Australia1 y el Geoportal One Map2 de Indonesia, para proporcionar datos e información sobre el potencial de recursos de bioenergía con respecto a la capacidad de transmisión y distribución existente y planificada. Esto podría incluir otra información dinámica, como perfiles de demanda de electricidad y precios locales de electricidad y energía y podrían vincularse a la promoción de inversiones en el portal de ProColombia.

Dado que las tecnologías de bioenergía pueden batallar para competir con el costo decreciente de los proyectos solares y eólicos, el MME y la CREG también pueden considerar medidas específicas para apoyar el desarrollo del mercado de bioenergía durante la próxima década en línea con el potencial técnico y las prioridades políticas destacadas en las estrategias de Crecimiento Verde, Economía Circular y Bioeconomía. Dichas medidas pueden incluir la adquisición especifica de adiciones de capacidad de bioenergía fuera de futuras subastas de energía renovable, así como características de diseño dentro de las subastas para respaldar la participación de soluciones de bioenergía. Esto podría ser a través de un apoyo personalizado, como garantías gubernamentales de ciertos tipos de proyectos de bioenergía para hacer frente a las barreras a la participación como las garantías de cumplimiento y las garantías de inicio de obra requeridas. El diseño de subastas futuras también podría incluir precios que incorporen elementos como un componente de ubicación, que se ha utilizado en México para ayudar a seleccionar proyectos sobre otros menos costosos si tuvieran más valor para el sistema.

Otro tipo de apoyo específico, como el diseño de posibles modelos de APP para proyectos de bioenergía, fomentará igualmente una mayor aportación de capital privado para el desarrollo de tecnología de bioenergía, al mismo tiempo que aumenta los recursos públicos. Estas estructuras de APP podrían centrarse inicialmente en tecnologías de bioenergía que tengan un amplio potencial en toda la economía o diseñarse estratégicamente para atraer capital a proyectos de bioenergía de interés estratégico, por ejemplo, en ZNI.

Por último, el apoyo público puede dirigirse a nuevas aplicaciones de bioenergía, tecnologías y modelos de negocio a través de incubadoras de energía limpia y otros esquemas de apoyo a la innovación. Estos pueden ayudar a desarrollar soluciones de bioenergía y modelos de mercado adecuados para el contexto colombiano, al tiempo que permiten una mayor experiencia nacional en el desarrollo de capacidades de bioenergía y aumentan la productividad en sectores económicos importantes como la industria y la agricultura.

Notas

← 1. Para más información, véase: https://arena.gov.au/projects/aremi-project/.

← 2. Para más información, véase: https://geoportal.esdm.go.id/monaresia/home/.

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