Prefacio

El estado de Nuevo León es una de las economías de más rápido crecimiento en México. En 2015, Nuevo León tuvo una tasa de crecimiento de 4.3%, muy por encima del promedio nacional de 2.5%. Ese año, Nuevo León también tuvo el segundo mayor PIB per cápita en el país. El principal motor de crecimiento en Nuevo León es el sector de la manufactura enfocada en la exportación; el estado también depende en gran medida de la construcción, el transporte, los servicios financieros y los seguros. Sin embargo, surgen varios nuevos desafíos, incluyendo la incertidumbre sobre el futuro acceso a los principales mercados de exportación y los efectos que esto pueda generar para la economía y las finanzas del estado. Es en este contexto que la nueva administración estará implementando un ambicioso plan de reforma para mejorar la productividad y mantener esta trayectoria de crecimiento. La contratación pública desempeñará un papel clave en el éxito de esas reformas, de ahí la importancia de elevar el nivel de competencia de la fuerza de trabajo y la introducción de métodos actualizados para ejecutar diferentes fases del ciclo de contrataciones.

La confianza en las instituciones públicas en México es actualmente muy baja comparada internacionalmente, y el nivel de corrupción percibida es mucho más alto que el promedio entre los países de la OCDE. La comunidad empresarial de Nuevo León reconoce la corrupción como un problema grave. De hecho, casi nueve de cada 10 empresas locales (86.7%) declararon en 2016 que los actos de corrupción de los servidores públicos eran “frecuentes” o “muy frecuentes”, por encima del promedio nacional de 82.2%.

La nueva administración del estado de Nuevo León, en funciones desde octubre de 2015, busca atender esta situación y garantizar el crecimiento de largo plazo mediante varias iniciativas. Algunas de estas iniciativas son inversiones en infraestructura, especialmente transporte y energía, e impulsar la productividad y la competitividad mediante la inversión en investigación y desarrollo, así como en innovación. La nueva administración también está decidida a mejorar la confianza en el gobierno. Para ayudarlo a lograr ese objetivo, el gobierno encargó a la OCDE llevar a cabo dos estudios principales: un estudio de integridad y un estudio de contratación pública. El estudio de la contratación pública es el primero de este tipo en el ámbito subnacional.

Este informe presenta los hallazgos y recomendaciones del estudio de contratación pública. El estudio trata las brechas estratégicas y operativas existentes, y reflexiona sobre cómo el estado puede establecer un sistema de contratación pública coherente y completo. Además, el estudio sugiere cómo Nuevo León puede fortalecer su modelo de gobernanza, basado en el marco establecido por la Recomendación del Consejo de la OCDE sobre Contratación Pública de 2015, mediante el desarrollo de una cultura de eficiencia y competencia entre las partes clave interesadas en la contratación. Para apoyar al Gobierno Estatal de Nuevo León (GENL) en el logro de una implementación exitosa, el estudio se basa en el invaluable apoyo y aportes de revisores de Irlanda y Colombia, junto con buenas prácticas internacionales y lecciones aprendidas de toda la OCDE, como Australia, Canadá, Corea y los Estados Unidos. El proceso de revisión también incluyó talleres sobre las fases clave del ciclo de contratación pública, como planificación, análisis de mercado, criterios de adjudicación, sistemas de pago y acuerdos marco.

Este estudio reconoce el progreso realizado hasta ahora, como la introducción de una unidad centralizada de compras (UCC) para la administración central, práctica común en casi todos los países de la OCDE. Al igual que en muchos otros países de América Latina, las prácticas de contratación pública en Nuevo León se han centrado durante mucho tiempo en inculcar una cultura de cumplimiento de los procedimientos entre los funcionarios de adquisiciones y otras partes interesadas. Hay un entendimiento dentro del GENL de que se necesita una mayor centralización del sistema de compras, con un mayor enfoque en la adquisición agregada. Sin embargo, la cultura de la fuerza laboral necesita cambiar si la nueva visión se va a materializar. Para lograr resultados en el futuro, el GENL deberá continuar en su camino actual en los próximos años. Mantener el impulso es crucial; el estado debe estimular y mantener un fuerte apoyo político para la reforma del proceso de contratación. También, debe garantizar una comprensión clara de las prioridades y responsabilidades del sistema de contratación pública. Si la administración logra estos objetivos, podrá modernizar los procesos de adquisición del estado y crear las condiciones para un crecimiento incluyente y de largo plazo.

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Marcos Bonturi

Director, Departamento de Gobernanza Pública de la OCDE