Resumen ejecutivo

La comunidad internacional reconoce cada vez más que los migrantes pueden hacer una contribución positiva al desarrollo, tanto en los países de origen como de destino. La pregunta que ahora debe responderse es: “¿Qué políticas harán posible que se desarrolle este potencial y se minimice cualquier impacto negativo?”.

El proyecto Interacciones entre Políticas Públicas, Migración y Desarrollo (IPPMD), gestionado por el Centro de Desarrollo de la OCDE y cofinanciado por la Unión Europea, se concibió para responder a esta pregunta clave. Y lo hace analizando los siguientes aspectos:

  • la manera en que la migración, en sus diferentes dimensiones, afecta una variedad de sectores clave para el desarrollo, a saber, el mercado laboral, la agricultura, la educación, la inversión y servicios financieros y la protección social y salud;

  • la manera en que las políticas públicas en estos sectores pueden mejorar, o socavar, el impacto de la migración sobre el desarrollo.

Este informe resume los resultados de la investigación empírica desarrollada entre 2013 y 2017 en diez países socios –Armenia, Burkina Faso, Camboya, Costa de Marfil, Costa Rica, Filipinas, Georgia, Haití, Marruecos y República Dominicana– y presenta las principales recomendaciones de políticas.

Un enfoque empírico único

El equipo de IPPMD diseñó un marco conceptual que explora los vínculos entre cuatro dimensiones migratorias (emigración, remesas, migración de retorno e inmigración) y cinco sectores clave de políticas con la mayor relevancia para la migración y el desarrollo: mercado laboral, agricultura, educación, inversión y servicios financieros, y protección social y salud. También examinó la repercusión de estos cinco grupos de políticas sectoriales sobre una serie de resultados en materia de migración, que comprenden la decisión de emigrar o de regresar, la cantidad de remesas enviadas y la forma en que se gastan, así como la integración de los inmigrantes.

Los datos para apoyar el análisis se obtuvieron a partir de encuestas a más de 20 500 hogares, entrevistas con 590 autoridades locales y líderes de la comunidad y 375 entrevistas a fondo con las partes interesadas en los diez países socios. El análisis de regresión mide la relación entre las dimensiones migratorias, los resultados y las políticas sectoriales.

La migración ofrece potencial de desarrollo, pero el contexto político es determinante

La investigación encontró fuertes vínculos entre la migración y una serie de indicadores clave para el desarrollo. También se halló evidencia de que mediante la mejora de la eficiencia del mercado, el alivio de las limitaciones económicas, el apoyo para desarrollar competencias y la reducción de riesgos (entre otros), las políticas sectoriales pueden influir en las decisiones de las personas en cuanto a emigrar, a regresar al lugar de origen o a cómo enviar e invertir las remesas. Pero la forma en que las políticas sectoriales afectan la migración no siempre es directa. Los datos de IPPMD revelan que programas similares pueden generar distintos efectos según los países en los que se implementan. A pesar de las diferencias en la forma en que las políticas o programas sectoriales específicos afectan la migración, la combinación de distintas políticas es lo que tiene una mayor probabilidad de influir en la repercusión de la migración. Por ejemplo:

  • La emigración puede aliviar el subempleo, proporcionar un incentivo para la mejora de las competencias profesionales y aumentar la autonomía económica y social de la mujer en los países de origen. A pesar de estas oportunidades, la contribución de la emigración al desarrollo del país de origen sigue siendo limitada. Esto se debe a que los hogares que los emigrantes han dejado atrás a menudo no disponen de las herramientas para superar los efectos negativos de corto plazo asociados con la partida de los miembros del hogar, o porque el país carece de mecanismos adecuados para aprovechar el potencial de la emigración para el desarrollo. En términos de impacto sobre la decisión de migrar, el fracaso de las políticas dirigidas a los mercados laborales, la pobreza rural y un sistema educativo precario también pueden empujar a la gente a salir de sus países.

  • Las remesas pueden ayudar a construir capital humano y económico en los países de origen. Con un entorno de políticas de apoyo, pueden eliminar las restricciones de crédito y permitir que los hogares inviertan en negocios y otras actividades productivas. La recepción de remesas puede estar vinculada a un mayor nivel de empleo por cuenta propia entre las mujeres de las zonas rurales, y permiten que los hogares inviertan en capital humano, en particular en educación. Sin embargo, los altos costos de transacción de remesas reducen los montos recibidos y fomentan el uso de canales informales. La prevalencia de canales informales dificulta la contribución de las remesas al desarrollo de los mercados financieros nacionales y, a su vez, limita la capacidad de los hogares para recurrir al sistema financiero formal para sus ahorros e inversiones.

  • La migración de retorno es un recurso muy poco explotado. Con las políticas correctas, los migrantes de retorno pueden invertir su capital económico en la creación de negocios y en el empleo por cuenta propia y tienen el potencial para transferir las competencias y conocimientos adquiridos en el extranjero. Las políticas que alivian las limitaciones económicas en el país de origen –y, más en general, contribuyen a crear oportunidades– animan a los migrantes a regresar, y tasas altas de gasto público en protección social les animan a quedarse.

  • Los inmigrantes tienen mucho que aportar: su trabajo y sus competencias, así como inversiones y el pago de impuestos en su país de acogida. Sin embargo, los altos niveles de subempleo y las bajas tasas de educación –que son sintomáticos de su mala integración– y la discriminación en el acceso a la educación, la salud y los servicios sociales pueden socavar su aportación. Las políticas, tanto en los países de acogida como de origen, pueden facilitar la integración y maximizar la contribución de los migrantes al desarrollo.

Un marco coherente de políticas puede mejorar el papel de la migración en el desarrollo

Aunque la mayoría de los países socios de IPPMD aplican una amplia gama de políticas migratorias específicas, muy pocos han incluido la migración como un tema transversal en sus diferentes políticas sectoriales. Los ministerios y las autoridades locales responsables de estos sectores a menudo no son conscientes de los efectos de la migración en sus ámbitos de competencia y, a la inversa, de los efectos de sus políticas sobre los distintos resultados en materia de migración.

Una mayor conciencia, mediante los datos y el análisis, y un marco de políticas más coherente entre los ministerios y en los diferentes niveles de gobierno sacarían el máximo provecho de la migración. Dicho marco debe diseñarse para:

  • Hacer más para integrar la migración en las estrategias de desarrollo. Para aumentar la contribución de la migración al desarrollo, las autoridades públicas en los países de origen y de destino deben seguir un enfoque de doble vía:

    1. tener en cuenta la migración en el diseño, aplicación, seguimiento y evaluación de las políticas de desarrollo sectoriales pertinentes;

    2. introducir acciones, programas y políticas específicos dirigidos directamente a reducir al mínimo los costos de la migración y maximizar sus beneficios.

    También hay que contemplar las interacciones entre las políticas públicas al elaborar estrategias de desarrollo para un país.

  • Mejorar los mecanismos de coordinación entre las autoridades nacionales; entre las autoridades nacionales, regionales y locales; y entre las autoridades públicas y los actores no estatales.

  • Reforzar la cooperación internacional. Tanto los países de origen como los de acogida necesitan desarrollar instrumentos de cooperación, como los acuerdos migratorios bilaterales y regionales, que promuevan la migración regularizada, garanticen la protección de los derechos de los migrantes y faciliten la transferibilidad de los beneficios sociales.