Capítulo 11. Impulsar la contribución de los inmigrantes al desarrollo y promover su integración

Los inmigrantes contribuyen al desarrollo económico y social de su país de acogida de muchas maneras. Varios de los países socios del proyecto IPPMD –Burkina Faso, Costa de Marfil, Costa Rica y República Dominicana– son destinos cada vez más importantes para la inmigración gracias a sus mejores perspectivas de crecimiento y de empleo en relación con otros países en sus regiones. En este capítulo se exploran las tendencias de la inmigración para estos países, sobre la base de los datos de IPPMD. Se presenta la evidencia extraída de la encuesta sobre la contribución potencial de los inmigrantes a su economía de acogida, así como varios obstáculos que impiden aprovechar plenamente su potencial de desarrollo. Las políticas públicas pueden contribuir a la mejora de la integración de los inmigrantes en sus países de destino.

  

Durante los últimos 50 años la inmigración ha ido en aumento, particularmente en los países miembros de la OCDE (OCDE, 2014a). La estabilidad social y económica y las altas tasas de crecimiento han atraído a millones de trabajadores de otros países, muchos de ellos procedentes de los países en desarrollo. Sin embargo, los países de la OCDE no son los únicos países que reciben inmigrantes. Algunos países en desarrollo con mejores perspectivas de crecimiento y de empleo que otros en su región se han convertido en nodos regionales para los inmigrantes que tal vez no puedan costearse, no deseen o no tengan la oportunidad de marcharse a los países más ricos de la OCDE.

A pesar de que los inmigrantes contribuyen a la economía de muchas maneras (OCDE, 2014b), los diseñadores de políticas a menudo dejan de apoyar su integración económica y social. Este es el caso, sobre todo, de varios países en desarrollo (OCDE, 2011). Sin embargo, los derechos de los migrantes y la integración son importantes: hacer sentir a los inmigrantes que forman parte del tejido social del país puede reforzar la cohesión social y promover una mayor productividad. Esta es la razón por la que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) dejan claro que la inmigración y la integración son componentes esenciales del desarrollo. El ODS 8.8, muy especialmente, subraya la importancia de proteger los derechos laborales de los trabajadores migrantes (ONU, 2015).

Varios de los países de IPPMD, como Burkina Faso, Costa de Marfil, Costa Rica y República Dominicana, son destinos importantes para la inmigración. Este capítulo explora las tendencias de la inmigración para estos países, sobre la base de los datos de IPPMD. Se presenta la evidencia extraída de la encuesta sobre la contribución potencial de los inmigrantes a su economía de acogida, así como varios obstáculos que impiden aprovechar plenamente su potencial de desarrollo. Se concluye el capítulo con recomendaciones de políticas para maximizar la integración de los inmigrantes para su propio beneficio y, más ampliamente, para el desarrollo.

Cuadro 11.1. Inmigración, políticas sectoriales y desarrollo: Hallazgos fundamentales

¿De qué modo la inmigración afecta los países de origen?

¿Qué efectos tienen las políticas sectoriales en la integración de los inmigrantes?

  • La inmigración abastece a la economía con una amplia oferta de mano de obra y puede cubrir la escasez de trabajadores en algunos sectores.

  • La falta de un contrato de trabajo formal o de acceso a las ayudas agrícolas reduce la integración económica de los inmigrantes.

  • Los hogares con inmigrantes invierten más en negocios no agrícolas que los hogares sin inmigrantes.

  • La falta de acceso a programas educativos, servicios de salud y protección social socava la integración social.

  • Los inmigrantes tienen un nivel educativo inferior y los niños inmigrantes tienen una menor probabilidad de ir a la escuela que los individuos nacidos en el país.

  • Los inmigrantes que tienen contratos de trabajo formales (o una situación migratoria regularizada) tienen una mayor probabilidad de invertir más en el país de acogida que los individuos nacidos en el país.

  • Los inmigrantes tienen una menor probabilidad de pagar impuestos que los individuos nacidos en el país, pero también reciben menos transferencias del gobierno.

Nota: Estos hallazgos no se aplican a todos los países. Los resultados específicos de cada país se pueden consultar en los informes por países de IPPMD.

La inmigración es cuantitativamente importante en seis de los países de IPPMD

Los países socios de IPPMD reflejan distintas experiencias de la migración: no todos ellos son países de inmigración importantes cuantitativamente (Figura 11.1). Costa de Marfil, con 2.2 millones de inmigrantes, tiene, con mucho, la mayor población de inmigrantes de los diez países socios de IPPMD y la mayor proporción de inmigrantes en relación con su población (9.6 %). La inmigración también es cuantitativamente importante en Armenia, Burkina Faso, Costa Rica, Georgia y República Dominicana, como proporción de la población.

Figura 11.1. Las tasas de inmigración varían mucho de un país a otro
Número total de inmigrantes frente a la proporción de los inmigrantes respecto de la población (2015)
picture

Nota: Según UNDESA, un inmigrante internacional se define como cualquier persona que cambie su país de residencia habitual y que viva en el país de acogida al menos un año. Los países están ordenados según la proporción de inmigrantes en la población, empezando por la más alta.

Fuente: UNDESA, International Migration Stock: The 2015 revision, www.un.org/en/development/desa/population/migration/data/estimates2/index.shtml.

 https://doi.org/10.1787/888933418561

Una instantánea de los inmigrantes en un país en un momento determinado revela poco sobre la evolución de los flujos migratorios. La normalización de los niveles de inmigración como 100 en el año 2000 y el seguimiento de su evolución hasta 2015 muestra que, a pesar de que el número de inmigrantes en el país es bajo, Marruecos ha experimentado el mayor crecimiento relativo (67 %) de los diez países (Figura 11.2). Además, los países que ya tenían grandes existencias de inmigrantes en 2000 también crecieron durante el periodo 2000-15, incluidos Costa Rica (36 %), República Dominicana (17 %) y Costa de Marfil (9 %). Por el contrario, Armenia tuvo un crecimiento negativo de su población inmigrante durante el mismo período (-71 %), al igual que Camboya (-49 %), Filipinas (-33 %) y Georgia (-23 %), una señal de que muchos inmigrantes han abandonado el país. En promedio, el número de inmigrantes en los países de IPPMD creció en torno al 4 %.

Figura 11.2. Marruecos ha experimentado el mayor crecimiento de la inmigración, 2000-2015
Evolución de las poblaciones de inmigrantes (2000 = 100)
picture

Nota: Según UNDESA, un inmigrante internacional se define como cualquier persona que cambie su país de residencia habitual y que viva en el país de acogida al menos un año.

Fuente: UNDESA, International Migration Stock: The 2015 revision, www.un.org/en/development/desa/population/migration/data/estimates2/index.shtml.

 https://doi.org/10.1787/888933418572

El proyecto IPPMD recolectó datos sobre los inmigrantes en seis países: Armenia, Burkina Faso, Costa de Marfil, Costa Rica, Marruecos y República Dominicana. Como se ha explicado en el Capítulo 2, el objetivo del marco metodológico era muestrear hogares migrantes y no migrantes en partes iguales (50/50).1 La muestra de migrantes no se vio limitada de ninguna manera en Burkina Faso y Costa de Marfil, y por tanto la proporción de los hogares de inmigrantes en la muestra de migrantes refleja su importancia relativa frente a otras dimensiones migratorias, como la emigración y la migración de retorno. En Costa Rica, los hogares de emigrantes eran difíciles de localizar y muchos se negaron a ser encuestados, por lo que es probable que la muestra de hogares de inmigrantes esté sobrerrepresentada. Además, en República Dominicana, el marco de muestreo estaba limitado a una cantidad igual de hogares de inmigrantes y de emigrantes o migrantes de retorno, aunque al final fue encuestado un número ligeramente superior de hogares de inmigrantes. Debido al número total tan bajo de hogares de inmigrantes muestreados en Armenia y Marruecos, no fue posible realizar un análisis completo en estos países.2 A consecuencia de ello, este capítulo se centra únicamente en los datos recolectados en Burkina Faso, Costa de Marfil, Costa Rica y República Dominicana.

El Cuadro 11.2 resume los datos recopilados por el proyecto IPPMD. Como era de esperar, la proporción de inmigrantes es relativamente alta en Costa Rica (el 81 % de la muestra migrante) y Costa de Marfil (61 %), en consonancia con los datos oficiales, mientras que las tasas más bajas en Burkina Faso (32 %) son también un reflejo de los datos oficiales. En cifras absolutas, el número de inmigrantes incluidos en la muestra es elevado en Costa Rica (1 578), Costa de Marfil (1 347) y República Dominicana (1 016).3

El lugar de procedencia de los inmigrantes desempeña un papel importante en la forma en que inmigran y en el éxito de su integración en el país de acogida. En todos los países, más del 97 % de los inmigrantes provienen de países de ingresos bajos y medios. Esto tiene implicaciones para los tipos de inmigrantes que llegan, así como en su tendencia de regresar a su país de origen. Los inmigrantes que dejan un país de bajos ingresos para vivir en otro país de bajos ingresos tienen niveles educativos generalmente inferiores a los que van a los países de ingresos altos (Campillo-Carrete, 2013; Dumont et al., 2010), donde los requisitos de admisión son más estrictos (Long et al., 2006). En otras palabras, la autoselección positiva de los migrantes basada en el capital humano es menos evidente en los corredores migratorios entre los países en desarrollo. Por añadidura, mientras que muchos enfoques integradores se basan en países que tienden a ser relativamente homogéneos en cuanto al idioma, la cultura y la etnia, esto no suele ser así en los países fraccionados y multiétnicos, donde las fronteras son porosas y los controles de la inmigración laxos (OCDE, 2011).

Cuadro 11.2. La proporción de hogares de inmigrantes muestreados refleja las estadísticas oficiales
Número de inmigrantes y de hogares de inmigrantes en todos los países

País

Número de inmigrantes individuales incluidos en la muestra

Hogares de inmigrantes incluidos en la muestra

Hogares no migrantes incluidos en la muestra

Total

Proporción de la muestra total (%)

Proporción de la muestra de migrantes (%)

Total

Proporción de la muestra total (%)

Armenia

133

81

4

8

996

50

Burkina Faso

449

264

12

32

1 375

63

Costa de Marfil

1 348

708

30

61

1 180

50

Costa Rica

1 578

757

34

81

1 299

58

Marruecos

52

39

2

4

1 126

50

República Dominicana

1 016

529

26

55

1 073

53

Nota: Son inmigrantes las personas nacidas en otro país y que han vivido al menos tres meses en el actual. Son hogares de inmigrantes los que tienen al menos un miembro inmigrante. Los hogares no migrantes son los que no tienen ningún emigrante, migrante de retorno o inmigrante.

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

Burkina Faso, Costa de Marfil, Costa Rica y República Dominicana también diferían en la variedad de los países de origen de sus existencias de inmigrantes. En Burkina Faso, Costa Rica y República Dominicana, más del 80 % de los inmigrantes en los datos de IPPMD procedía de un único país vecino (Costa de Marfil, Nicaragua y Haití, respectivamente) (Figura 11.3). Los países de origen de los inmigrantes en Costa de Marfil son más variados, aunque dos tercios provienen de solo dos países: Burkina Faso y Mali. Los inmigrantes en los países socios de IPPMD, por tanto, procedían en su mayoría de países de ingresos bajos y medios, en gran parte porque carecen de las competencias y los medios para encontrar puestos de trabajo en los países más ricos. Según los datos recolectados por Gallup, los burkineses, haitianos y nicaragüenses tal vez prefieran emigrar a Francia, España o Estados Unidos, pero eso solo lo logran quienes tienen un nivel educativo relativamente más alto (Gallup, 2016). Esta situación podría beneficiar a Costa de Marfil, Costa Rica y República Dominicana; muchos puestos de trabajo quedan vacantes en esos países, ya que los trabajadores autóctonos no los quieren. Por ejemplo, en Costa Rica los puestos de trabajo en los sectores de la agricultura, el trabajo doméstico y el transporte no se están cubriendo (Sojo-Lara, 2015). Todos estos sectores podrían recibir un impulso de los muchos inmigrantes con un nivel educativo inferior y que están motivados para encontrar trabajo.

Figura 11.3. Muchos inmigrantes proceden de un único país vecino
Proporción del país de origen de los inmigrantes (%), según el país de acogida
picture

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

 https://doi.org/10.1787/888933418587

Los datos de IPPMD también muestran que, para los inmigrantes en Costa Rica y República Dominicana, unas condiciones económicas mejores, como salarios y perspectivas de empleo más elevados, fueron las principales razones para la elección de estos países, mientras que en Burkina Faso era una mezcla de motivos de estudio y familiares. En Costa de Marfil, donde los burkineses y los malienses tienen una larga tradición de trabajar en los campos de cacao y en el comercio, la mayoría de los inmigrantes declararon que habían escogido su destino porque conocían a alguien que vivía en el país (no mostrado). Quienes emigran por razones económicas suelen estar motivados para trabajar y llenar los espacios vacíos en el mercado laboral (OCDE, 2014b). Pueden, además, elegir el país de destino en función de sus competencias. Los que emigran a través de las redes sociales suelen encontrar empleo a través de esas mismas redes, cuyas características pueden determinar en gran medida en qué sectores y ocupaciones se emplean los inmigrantes.

En general, la experiencia de la inmigración es muy distinta en cada país. El peso de la inmigración y el tipo y la diversidad de los corredores migratorios, así como las características de los migrantes, influyen en cómo, a su vez, la inmigración afecta el país. En la siguiente sección se analizan estos impactos.

A pesar de su contribución positiva, el potencial económico de los inmigrantes todavía no se aprovecha plenamente

En los Capítulos 3 a 7 el impacto de la emigración se ha analizado en el contexto del mercado de trabajo, la agricultura, la educación y la protección social y salud. La conclusión general fue que, a pesar de que los inmigrantes hacen una aportación positiva a la economía, su potencial está aún sin explotar por distintas razones. Esta sección resume las formas positivas en que contribuyen los inmigrantes, pero a continuación se esbozan las áreas donde su aportación podría mejorarse. Se pueden resumir de la siguiente manera:

  1. Los inmigrantes aportan mano de obra al país de acogida.

  2. Los inmigrantes invierten en el país de acogida.

  3. Los niveles educativos de los inmigrantes son bajos, y a veces están infrautilizados.

Los inmigrantes aportan mano de obra al país de acogida

Tanto la bibliografía especializada como la investigación de IPPMD ofrecen una amplia evidencia de las muchas maneras en que los inmigrantes contribuyen a la economía del país receptor. Equilibran la escasez de mano de obra, pagan impuestos y aumentan la población activa y el progreso tecnológico (OCDE, 2014b). Asimismo, contrariamente a la creencia común, su impacto sobre los niveles salariales y de empleo de los trabajadores autóctonos es a menudo nulo o despreciable (Friedberg y Hunt, 1995; OCDE, 2007), incluso en los países en desarrollo (Gindling, 2009, sobre Costa Rica).

Como se pone en evidencia en el Capítulo 3, los inmigrantes aportan una mano de obra valiosa para el país, y tienen una mayor probabilidad de trabajar y de encontrarse en sus años más productivos que los individuos autóctonos. Concretamente, se muestra que los inmigrantes tienen una mayor tasa de empleo que los trabajadores autóctonos en Costa de Marfil, Costa Rica y República Dominicana, y que aportan mano de obra especialmente a tres sectores: agricultura, construcción y actividades relacionadas con la automoción.

Las características de los migrantes difieren según los distintos países. En República Dominicana, más del 60 % de los inmigrantes son hombres, el porcentaje más alto de entre los cuatro países analizados (Cuadro 11.3). Esto se debe en gran parte al hecho de que muchos inmigrantes en República Dominicana trabajan en ocupaciones agrícolas (el 34 % de todos los inmigrantes), que están dominadas por los hombres (el 41 % de todos los hombres inmigrantes trabaja en la agricultura). Los inmigrantes tienen una mayor probabilidad de estar trabajando en la agricultura que los individuos autóctonos en Costa de Marfil (el 45 % frente al 40 %), Costa Rica (el 24 % frente al 15 %) y República Dominicana (el 34 % frente al 13 %). En Burkina Faso, los inmigrantes tienen una menor probabilidad de trabajar en el sector agrícola que los individuos nacidos en el país (el 60 % frente al 37 %), pero pueden haber inmigrado por razones diferentes y tienen características diferentes de las de los inmigrantes de los países antes mencionados (Recuadro 11.2).4

Cuadro 11.3. La mayoría de los inmigrantes son hombres jóvenes
Proporción de inmigrantes por sexo y edad media

País

Proporción de inmigrantes varones (%)

Edad media (actual, en años)

Burkina Faso

50

24

Costa de Marfil

58

38

Costa Rica

48

37

República Dominicana

61

31

Media (no ponderada por tamaño de la muestra)

54

33

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

Los estudios sobre la integración de los inmigrantes en los países de acogida sugieren que la migración a una edad más joven, así como pasar más años en el país de acogida, son determinantes importantes para lograr mejores resultados (véase Huber, 2015 para una revisión). Los inmigrantes en los países de la encuesta de IPPMD también tienden a ser jóvenes (Cuadro 11.3) y a residir muchos años en el país de acogida. Los inmigrantes han vivido en el país de acogida durante más de diez años en promedio (Figura 11.4), que de acuerdo con la UE y la OCDE (2015) es el umbral nominativo para que los inmigrantes se establezcan. Al restar al promedio de edad de los inmigrantes el tiempo promedio que han estado en el país indica se muestra que los inmigrantes llegan normalmente sobre los 20 años de edad como muy tarde, al comienzo de sus años más productivos. Suponiendo que hayan trabajado desde ese momento en el país de acogida, también demuestra que han contribuido durante muchos años.

Figura 11.4. Los inmigrantes han vivido en el país de acogida durante más de diez años en promedio
Número promedio de años transcurridos desde la última vez que el inmigrante ingresó en el país de acogida
picture

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

 https://doi.org/10.1787/888933418597

Los inmigrantes contribuyen al invertir y al hacer aportaciones económicas al país de acogida

Los inmigrantes aportan más que su mera fuerza de trabajo; también pagan impuestos en su país de acogida. Si bien los datos de IPPMD muestran que los inmigrantes pueden no tener tanta propensión a pagar impuestos como los individuos nacidos en el país, cuando sí pagan impuestos, contribuyen tanto como sus homólogos autóctonos (Capítulo 7). Teniendo en cuenta este hecho, y que también reciben menos prestaciones sociales que la población autóctona, los inmigrantes tienen un efecto neto positivo potencial sobre la balanza fiscal de su país de acogida, sobre todo si tienen contratos de trabajo formales. Esto confirmaría la investigación realizada en los países de la OCDE, que sugiere que la contribución neta global de los inmigrantes a la balanza fiscal tiende a ser cercana a cero. Los inmigrantes, sin embargo, tienden ciertamente a tener una posición neta fiscal menos favorable que los individuos nacidos en el país, que se explica principalmente por unas aportaciones inferiores, más que por una dependencia de las prestaciones (OCDE, 2013).

En promedio, el 20 % de los inmigrantes individuales en todos los países de IPPMD ha afirmado haber invertido directamente en el país de acogida, pero es Costa de Marfil el que destaca como país con la tasa más elevada (Figura 11.5). Aproximadamente la mitad de los inmigrantes ha contestado que han invertido en el sector agrícola (tanto en actividades agrícolas como ganaderas), mientras que en los demás países han invertido principalmente en el sector inmobiliario.

Figura 11.5. Los inmigrantes invierten en el país de acogida en medida variable
Proporción de inmigrantes que han invertido en el país de acogida (%)
picture

Nota: La figura se basa en las respuestas a una pregunta directa acerca de si el inmigrante había invertido en el país.

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

 https://doi.org/10.1787/888933418600

Las inversiones también pueden producirse en forma de negocios familiares. En comparación con los hogares sin inmigrantes, los que incluyen a inmigrantes tienen de hecho una mayor probabilidad de tener un negocio no agrícola. Este fue especialmente el caso de Burkina Faso y Costa de Marfil, pero también, en menor medida, de Costa Rica (Figura 11.6). No solo tienen una mayor probabilidad de poseer un negocio no agrícola, sino que quienes lo hacen tienen también una mayor probabilidad de contratar al menos un empleado externo al hogar en cada uno de esos países.

Figura 11.6. Los hogares con inmigrantes tienen una mayor probabilidad de crear un negocio no agrícola que los hogares sin inmigrantes
Proporción de hogares que poseen un negocio no agrícola (%)
picture

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

 https://doi.org/10.1787/888933418615

Las inversiones también pueden generar beneficios derivados. Si bien los hogares inmigrantes tienen una menor probabilidad de crear sus propios negocios agrícolas, quienes sí lo hacen, tales como explotaciones agrícolas y ganaderas, tienen una mayor probabilidad que los hogares no inmigrantes de contratar trabajadores externos a la familia en Burkina Faso y a comercializar su producción en República Dominicana, beneficiando así a la economía en general (Capítulo 4).

Los niveles educativos inferiores y las tasas de sobrecalificación de los inmigrantes son una oportunidad perdida para los países de acogida

Además de la edad en el momento de la migración y de los años de residencia en el país de acogida, el nivel educativo es también un determinante importante para la integración exitosa (Huber, 2015). Los inmigrantes, en promedio, poseen un menor nivel educativo respecto de la población autóctona. Los individuos nacidos en el país tienen muchas más probabilidades de tener educación postsecundaria respecto de los inmigrantes (Figura 11.7). Esto refleja el hecho de que los emigrantes con mayor nivel educativo tienden a marcharse a los países más ricos, la mayoría de ellos en la OCDE. No todos los inmigrantes pueden elegir el lugar donde vivir y trabajar; esto está determinado en gran medida por sus competencias. Los países de ingresos bajos y medios son a menudo una segunda opción para los inmigrantes, que no pueden permitirse o tienen prohibida la entrada a su primera opción.

Figura 11.7. Los inmigrantes son más propensos a carecer de educación formal
Proporción de individuos sin educación formal (%)
picture

Nota: La significación estadística se ha calculado utilizando una prueba de chi-cuadrado tal como se indica a continuación: ***: 99 %, **: 95 %, *: 90 %. La educación formal se define como la educación que se imparte en un entorno estructurado cuyo propósito explícito es enseñar a los estudiantes.

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

En términos de búsqueda de trabajo, los inmigrantes en Costa Rica y República Dominicana tienen una menor probabilidad de estar sobrecalificados respecto de los individuos nacidos en el país, es decir, el uso del capital humano inmigrante se corresponde de forma más adecuada al tipo de trabajo realizado (Figura 11.8). Sin embargo, ambos países tienen generalmente altos índices de sobrecalificación de los trabajadores inmigrantes y autóctonos. La diferencia entre los individuos autóctonos y los inmigrantes en Costa Rica es del 15 % frente al 11 %, mientras que en República Dominicana es del 35 % frente al 20 %. Mientras que los inmigrantes están menos sobrecalificados en comparación con sus homólogos nacidos en el país, sus tasas de sobrecalificación siguen siendo altas, y siguen siendo una oportunidad perdida.

Figura 11.8. La tasa de sobrecalificación de los inmigrantes varía según el país
Relación entre la proporción de individuos sobrecalificados nacidos en el país respecto de la de los inmigrantes
picture

Nota: La sobrecalificación se mide mediante la asignación del nivel de calificación de las ocupaciones (Capítulo 3) en relación con el nivel educativo de los individuos. Si la relación es superior a 1, la proporción de personas que están sobrecalificadas para sus empleos es mayor entre la población autóctona que entre los inmigrantes; una relación inferior a 1 indica la situación opuesta. Costa de Marfil queda excluido por falta de datos.

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

 https://doi.org/10.1787/888933418636

Por el contrario, los inmigrantes están sobrecalificados más frecuentemente que la población nativa en Burkina Faso, aunque las tasas medias son relativamente más bajas (el 7 % frente al 3 %). Por tanto, Burkina Faso está perdiendo la oportunidad de emplear mejor las competencias existentes de los inmigrantes en el país. Tal vez esto no sorprenda, dado que Burkina Faso tiene una economía principalmente agraria e informal, y donde los niveles educativos son más bajos que en Costa de Marfil, de donde proceden muchos de los inmigrantes. La reducción de la sobrecalificación permitiría una mejor asignación de las competencias en el país, y al mismo tiempo enviaría una señal positiva a futuras oleadas de inmigrantes potenciales.

Las políticas públicas pueden ayudar a aprovechar el potencial de los inmigrantes

A pesar de sus aportaciones positivas a la economía, los inmigrantes se queden atrás en una serie de resultados clave en su país de acogida; esto no solo constituye una oportunidad perdida para ellos, sino también para el país receptor. Las políticas públicas desempeñan un papel importante en estas deficiencias y pueden socavar la contribución plena de los inmigrantes. La integración de los inmigrantes es crucial para mantener la cohesión social y para obtener mejores resultados para los inmigrantes, las poblaciones autóctonas y los países receptores en general.

Si bien la integración de los inmigrantes es una prioridad en muchas agendas políticas de la UE y de los países de la OCDE (OCDE/UE, 2015), a menudo se descuida en los países en desarrollo (OCDE, 2011). Los Indicadores de Integración de los Inmigrantes de la UE y la OCDE (OCDE/UE, 2015) proporcionan un marco en el que se miden los resultados básicos de la integración de los inmigrantes. Incluyen los resultados del mercado laboral (situación laboral, trabajo por cuenta propia, sobrecalificación) y el logro educativo, así como la pobreza y los resultados relacionados con la salud. Los indicadores también pueden tomar la forma de percepción de la discriminación o propiedad de la vivienda.

Las políticas públicas pueden ayudar a los inmigrantes a integrarse en el país de acogida. Por ejemplo, un estudio reciente en 14 países de la Unión Europea concluyó que una regulación del mercado de productos más liberalizada, una negociación salarial menos centralizada y unos sindicatos más inclusivos conducen a mejores resultados de integración de los inmigrantes (Huber, 2015). Además de las políticas públicas, ciertas políticas migratorias explícitas también pueden reflejar el nivel de integración, tales como la obtención de la nacionalidad.

Las políticas públicas que se han tratado hasta el momento se pueden clasificar en dos categorías:

  1. políticas que fomenten la integración económica en el país de acogida

  2. políticas propicias para el éxito de la integración social en el país de acogida.

En esta sección se describen los principales obstáculos para el aprovechamiento del potencial de los inmigrantes en el país de acogida y cómo las políticas públicas pueden ayudar a aprovechar este potencial.

La falta de un contrato de trabajo formal o de acceso a las ayudas agrícolas reduce la integración económica de los inmigrantes

Como la mayoría de las personas emigran por razones laborales o motivos económicos, la integración económica es probablemente el componente central del proceso de integración del inmigrante. Los indicadores de integración de los inmigrantes de la UE y la OCDE (2015) cuentan con cuatro indicadores para los resultados laborales, que incluyen el trabajo por cuenta ajena, el desempleo, el trabajo por cuenta propia y la sobrecalificación. Tener un trabajo, por tanto, es una parte fundamental del proceso de integración. En la sección anterior se llegó a la conclusión de que los inmigrantes tienen una mayor probabilidad de tener un empleo que los nacidos en el país, lo cual es un buen augurio para su integración económica. Además, los estudios muestran que la contribución financiera neta positiva de los inmigrantes a sus países de acogida, que se ha tratado anteriormente, depende de su grado de integración en el mercado laboral (Huber, 2015).

Sin embargo, esto no dice mucho sobre la calidad de ese empleo, y esa es un área donde la política puede actuar. En Burkina Faso, los inmigrantes a menudo están más sobrecalificados que los individuos nacidos en el país, lo que puede traducirse como una pérdida para el país de acogida, así como una fuente de frustración y pérdida económica para el inmigrante. Además, los trabajadores no agrícolas inmigrantes tienen una menor probabilidad de tener un contrato de trabajo formal que los trabajadores autóctonos. Esto no solo es perjudicial para su integración y la protección de sus derechos humanos básicos, también reduce potencialmente su productividad e implica que es menos probable que paguen impuestos sobre las rentas del trabajo.

La inversión puede ser un vector clave para el éxito de la integración. Proporcionar condiciones que permitan a los inmigrantes invertir en el país puede ser beneficioso para un sector que necesite un impulso. A pesar de que muchos inmigrantes trabajan en el sector agrícola, los hogares inmigrantes son menos propensos a crear sus propios negocios agrícolas que los hogares sin inmigrantes, y tal vez esa es la razón por la que hacen menos inversiones o poseen menos activos productivos en el sector (Capítulo 4). El hecho de tener sus propias actividades económicas permitiría a los inmigrantes invertir, generar capital y ayudar al crecimiento del sector. Además, puesto que es más probable que estén empleados en ese sector, los inmigrantes también tienen una mejor comprensión del funcionamiento del sector, lo que les proporciona la ventaja de disponer de información de primera mano. El acceso a las políticas públicas podría mejorar la situación, ya que los hogares inmigrantes en Burkina Faso y Costa de Marfil tienen una menor probabilidad de beneficiarse de los subsidios agrícolas, mientras que en Costa Rica son menos probables de gozar de la cobertura de un mecanismo de seguro agrario. Por otra parte, unas directrices claras sobre cómo acceder, adquirir y cultivar la tierra pueden ser beneficiosas a la hora de impulsar la inversión, y también de limitar los conflictos (Recuadro 11.1).

Recuadro 11.1. Evitar el “gratis para todos” en Costa de Marfil

Las partes interesadas subrayaron el hecho de que muchos inmigrantes llegan a Costa de Marfil con la idea de que el sector agrícola no está regulado. Esta percepción no es infundada, dado que Costa de Marfil ha gestionado sus terrenos agrícolas según la vieja regla no escrita de que la tierra pertenece a la persona que la trabaja. Si bien el flujo de trabajadores es beneficioso para el país, muchas partes interesadas argumentan que los inmigrantes han ido extendiendo los cultivos hacia suelo protegido, en detrimento del medioambiente, y para consternación de los marfileños. Por otra parte, los derechos sobre las tierras no están bien registrados, lo que se añade al problema del control de los terrenos agrícolas. Mientras que esa regla no escrita pretendía impulsar el sector agrícola en Costa de Marfil, sus consecuencias para los derechos sobre las tierras fueron y siguen siendo poco claras. El gobierno ya reconoció el problema en el pasado, pero la ley de 1998 sobre la gestión de terrenos rurales no es fácilmente comprensible para la mayoría de las personas, incluidos los inmigrantes. Por ejemplo, mientras que el enfoque de facto ha sido el de trabajar la tierra que está disponible, los inmigrantes no pueden tener títulos de propiedad. De acuerdo con la ley actual, las tierras poseídas en virtud del derecho consuetudinario se pueden vender, pero un inmigrante (no nacionalizado) no puede ejercer derechos sobre la tierra. Una reforma de menor importancia en 2013 obliga a registrar los terrenos agrícolas antes de 2019, pero el proceso de registro de la propiedad en Costa de Marfil es costoso y muy pocos propietarios lo han hecho hasta a la fecha. Un mejor control de los derechos sobre la tierra y mejores delimitaciones agrícolas probablemente tendrían un efecto sobre el tipo de trabajadores que emigran a Costa de Marfil, y tal vez alentarían a los inmigrantes a invertir en las tierras que ya se han destinado a la agricultura o a buscar trabajo en otros sectores. Dichas medidas deben ir de la mano de otras políticas, como la repoblación de los bosques del país.

Un efecto positivo derivado de la integración es la compra de activos fijos en el país de acogida, tales como una vivienda o tierras (OCDE/UE, 2015). Dichas adquisiciones pueden ser valiosas inversiones para el país de acogida si se les da un uso productivo. Reflejan el hecho de que los inmigrantes ven su aportación económica y social al país como potencialmente permanente y segura.5 La decisión de comprar un activo fijo en el país de acogida puede estar relacionada con el nivel de integración o de seguridad financiera. Las políticas pueden desempeñar una función en este sentido al aumentar los incentivos o la facilidad con la que empleadores y los empleados trabajan con contratos de trabajo formales. Por ejemplo, los hogares de inmigrantes que tienen al menos un miembro con un contrato de trabajo formal tienen una mayor probabilidad de haber comprado una vivienda en el país de acogida, tanto en Costa de Marfil como en República Dominicana, en comparación con los hogares de inmigrantes sin ningún miembro con un contrato de trabajo formal (Figura 11.9).6 En República Dominicana, los hogares de inmigrantes con miembros que tienen un contrato de trabajo formal tienen una mayor probabilidad de haber comprado tierras en el país (el 56 % frente al 23 %).

Figura 11.9. En algunos países, los contratos de trabajo formales están vinculados con la propiedad de la vivienda
Proporción de hogares propietarios de su vivienda en el país de acogida, respecto de los hogares con inmigrantes (%)
picture

Nota: La significación estadística se ha calculado utilizando una prueba de chi-cuadrado tal como se indica a continuación: ***: 99 %, **: 95 %, *: 90 %.

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

 https://doi.org/10.1787/888933418643

Las inversiones pueden materializarse también de otras formas. Los hogares de inmigrantes con al menos un miembro con un contrato de trabajo formal eran más probables de poseer un negocio en Costa de Marfil, y esos mismos hogares tenían una mayor probabilidad de haber contratado al menos un empleado (el 55 % frente al 30 %). Esta dinámica se extiende a otros tipos de políticas públicas también. En Burkina Faso, los hogares rurales que se benefician de los subsidios agrícolas también eran más probables de poseer un negocio no agrícola (el 28 % frente al 23 %), así como aquellos que poseen su parcela agrícola principal gracias a la reforma agraria (el 28 % frente al 20 %). Mientras que la muestra de inmigrantes es pequeña, el hallazgo sugiere que los subsidios agrícolas pueden aumentar la propiedad de negocios en general, incluyendo a las familias de inmigrantes.

La falta de acceso a programas educativos, servicios de salud y protección social socava la integración social

Además de la integración económica, la integración es también una función de los resultados sociales, tales como la educación, la salud y la protección social. En el apartado anterior ya se ha subrayado que los inmigrantes se quedan atrás en los resultados educativos. Tienen bajos niveles educativos en comparación con los individuos nacidos en el país, y los niños inmigrantes tienen una menor probabilidad de asistir a la escuela que los niños autóctonos. La educación es una herramienta fundamental para la integración social de los inmigrantes y sus familias, ya que les ayuda a aprender el idioma local, a entender el contexto y la historia del país y a tender redes sociales. De hecho, según los resultados en Capítulo 5, los inmigrantes que reciben educación en Costa Rica tienen también una mayor probabilidad de quedarse que aquellos que no lo hacen.

Garantizar que los inmigrantes se benefician de los programas educativos se encuentra en el núcleo tanto de la integración social como de la económica. Además de aumentar la productividad, la educación tiene el potencial de acelerar el proceso de integración mediante la transferencia de competencias de idiomas y fomentando la convivencia de los inmigrantes con las personas autóctonas, reforzando las redes sociales en el país. Por tanto, el país de acogida debería tener todo el interés en ofrecer educación a los inmigrantes y sus hijos, ya que esto aumentará su productividad y capacidad de ganancias futuras. Los datos de IPPMD sobre Costa Rica, Costa de Marfil y República Dominicana muestran que, aunque los hogares de inmigrantes se benefician de los programas educativos, no siempre lo hacen en la misma medida que los hogares sin inmigrantes. Esto es cierto para los programas de transferencias monetarias condicionadas (TMC) y de becas (Costa Rica y República Dominicana), así como para los programas de distribución (Costa de Marfil y República Dominicana). Este bajo nivel de acceso no propicia la integración social en el país.

Otro componente importante de la integración social es el acceso a los servicios de salud. La exclusión de los grupos vulnerables al acceso a la salud no solo les hará menos productivos, sino que pueden conducir al aumento de enfermedades, sobre todo en las zonas pobres y marginadas de las ciudades (ONU-Hábitat y OMS, 2016). Aquí también los inmigrantes arrojan unos resultados pobres. Los inmigrantes tienden a vivir más lejos de la clínica médica más cercana en comparación con los individuos autóctonos en Costa de Marfil y Costa Rica, y los que tienen trabajo tienen una menor probabilidad de gozar de prestaciones médicas por medio de su contrato laboral. La falta de dicha cobertura médica se extiende más allá del propio individuo, pues el trabajador puede tener familia, incluso niños, que tampoco estarán cubiertos por tales prestaciones.

Además de estos beneficios laborales, otros mecanismos que pueden aumentar la protección social para los trabajadores no llegan a los inmigrantes. Por ejemplo, en Costa de Marfil y Costa Rica los inmigrantes tienen una menor probabilidad de trabajar en un entorno donde hay un sindicato, lo que limita sus posibilidades de negociación para mejorar las prestaciones, las normas de seguridad y las condiciones de trabajo en general. En Costa de Marfil, Costa Rica y República Dominicana los inmigrantes también son menos probables de tener un plan de pensiones, es decir, sus empleadores no están contribuyendo a su bienestar económico después de la jubilación o después de su marcha.

Los inmigrantes que no están bien integrados en la sociedad pueden decidir regresar a su país de origen. La protección social, por ejemplo, afecta las probabilidades de que los inmigrantes planeen regresar. Aunque no se detectó una tendencia universal en todos los países, el Capítulo 7 demostró que esto se confirmaba en el caso de programas y países específicos. El retorno era más habitual entre los inmigrantes que estaban más alejados de los centros de salud en Costa Rica y entre quienes carecían de prestaciones por desempleo o no pertenecían a un sindicato en República Dominicana.

Las políticas migratorias desempeñan un papel importante en la integración de los inmigrantes

Las políticas públicas tienen una función importante en la integración de los inmigrantes. Sin embargo, las políticas migratorias tienen un papel fundamental y puede que sean la clave para desarrollar todo el potencial de los inmigrantes, quizás más que para cualquier otro resultado en materia de migración. Los inmigrantes a menudo no tienen una situación migratoria regularizada, que en el proyecto IPPMD se define como tener un permiso de residencia o de trabajo o tener la nacionalidad del país de acogida, ya sea porque han ingresado en el país a través de canales irregulares o han sobrepasado el periodo de validez de su visa. Esto es así especialmente en el caso de República Dominicana, por ejemplo, donde casi el 90 % de los inmigrantes no tienen la documentación apropiada (Figura 11.10). A pesar de un largo y generalizado programa de regularización en Costa Rica (Sojo-Lara, 2015), las partes interesadas mencionan que la regularización puede ser costosa para muchos inmigrantes quienes, por tanto, no participan en él.

Figura 11.10. La tasa de migración irregular varía según el país
Proporción de inmigrantes irregulares y proporción de inmigrantes con nacionalidad del país de acogida (%)
picture

Nota: Los inmigrantes irregulares carecen de los documentos oficiales necesarios para residir o trabajar en el país de acogida. Los documentos oficiales incluyen los permisos de residencia o de trabajo. Se considera que los inmigrantes con nacionalidad del país de acogida están en situación regularizada. Todos los inmigrantes se incluyen en la muestra.

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

 https://doi.org/10.1787/888933418651

A modo de ejemplo, los inmigrantes de Burkina Faso, muchos de los cuales tienen la ciudadanía de su país de acogida, tienen mejores resultados y acceso a los programas públicos que los inmigrantes en Costa de Marfil, Costa Rica y República Dominicana (véase el Recuadro 11.2). Tener una situación migratoria regularizada, por ejemplo, puede ofrecer a los inmigrantes un acceso más fácil a los programas públicos. En Costa Rica (el 47 % frente al 21 %) y República Dominicana (el 73 % frente al 33 %), los inmigrantes tenían una mayor probabilidad de tener un contrato de trabajo formal si tenían una situación migratoria regularizada en el país.

Recuadro 11.2. La integración productiva de los inmigrantes de Burkina Faso

En general, los inmigrantes en Burkina Faso tienen un mejor acceso a los programas públicos y tienen mejores resultados que los inmigrantes de otros países de IPPMD. Por ejemplo, los hogares con inmigrantes tienden a ser más ricos y más propensos a invertir en sus propias actividades agrícolas que los hogares con inmigrantes en los otros países del estudio. También tienen una mayor probabilidad de poseer una situación migratoria regularizada en comparación con los inmigrantes en otros países socios de IPPMD y son más probables que los individuos nacidos en el país de tener un cierto nivel de educación formal (Figuras 11.7 y 11.10). Esto se debe a que son hijos de padres nacidos en Burkina Faso (Figura 11.11), a pesar de que son técnicamente inmigrantes, ya que ellos mismos no nacieron en Burkina Faso. De hecho, el 90 % de los inmigrantes en Burkina Faso presentan este rasgo, que es resultado de los conflictos en Costa de Marfil iniciados en 2002, después de los cuales los padres regresaron a su país de origen. En muchos sentidos, son más similares a los migrantes de retorno que otros inmigrantes en el país. Tener un padre nacido en el país de acogida por lo general significa que uno puede recurrir a una red social en busca de ayuda. Tales vínculos ayudan a los inmigrantes a establecerse más rápidamente, incluyendo la búsqueda de trabajo y vivienda, las gestiones administrativas y la asistencia de los niños a la escuela. También les ayuda a integrarse con mayor facilidad.

Figura 11.11. La mayoría de los inmigrantes de Burkina Faso son hijos de padres nacidos en el país
Proporción de inmigrantes con padres nacidos en el país de acogida (%)
picture

Nota: La condición de inmigrante se basa en el país de nacimiento a los efectos de este proyecto, independientemente del lugar de nacimiento de los padres o de la nacionalidad (Capítulo 2). Esta definición es coherente con el enfoque general empleado en las estadísticas comparativas de la OCDE, Naciones Unidas y Banco Mundial.

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

 https://doi.org/10.1787/888933418664

Las partes interesadas del proyecto, sobre todo en Costa de Marfil y Costa Rica, explicaron que en sus países a menudo existen hacia los inmigrantes sentimientos negativos, que rayan la discriminación. La regularización de los inmigrantes reporta beneficios económicos, pero en la mayoría de los casos tiene éxito cuando el nivel de discriminación contra el grupo regularizado es bajo (Machado, 2012).7 En Burkina Faso, los inmigrantes hablan los idiomas locales y tienen familiares en el país. Por tanto, pueden ser tratados de igual modo que un migrante de retorno, ya que comparten varias características. Estas diferencias son evidentes en la proporción de inmigrantes que planean regresar a su país de origen. En República Dominicana casi el 20 % de los inmigrantes tiene intención de regresar, seguido por Costa Rica (13 %), Costa de Marfil (11 %) y Burkina Faso, el más bajo, con un 4 %.

Los resultados de una mejor integración mediante una situación migratoria regularizada pueden ser muy beneficiosos para el país de acogida, ya que los inmigrantes pueden a su vez sentirse más seguros en sus inversiones económicas y sociales en el país. Por ejemplo, los jefes de hogares inmigrantes con una situación migratoria regularizada tienen una mayor probabilidad de poseer una vivienda, tierras y un negocio no agrícola en Costa de Marfil, Costa Rica y República Dominicana (Figura 11.12).

Figura 11.12. Los inmigrantes con una situación migratoria regular son más propensos a invertir en el país de acogida
Proporción de jefes de hogares inmigrantes que han invertido en el país de acogida
picture

Nota: Los inmigrantes irregulares carecen de los documentos oficiales necesarios para residir o trabajar en el país de acogida. Los documentos oficiales incluyen los permisos de residencia o de trabajo. Se considera que los inmigrantes con nacionalidad del país de acogida están en situación regularizada. Todos los inmigrantes se incluyen en la muestra.

Fuente: Obra de los autores basada en datos del estudio IPPMD.

Recomendaciones de políticas

Contrariamente a las muchas percepciones negativas que se tienen sobre los inmigrantes, este estudio confirma que pueden desempeñar un papel potencialmente importante en el desarrollo. En este capítulo se mostró que los inmigrantes son jóvenes, están motivados para trabajar y a menudo lo hacen en sectores que están en demanda, sin ser una carga para las finanzas de su país de acogida. Sin embargo, tienen bajos niveles educativos y sus hijos no asisten a la escuela en mayor medida que los individuos nacidos en el país, lo cual es una oportunidad perdida para los países de acogida. En el caso de Burkina Faso, el hecho de que los inmigrantes estén subempleados es una oportunidad perdida para el país.

Los inmigrantes pueden ofrecer más a su país de acogida si se dan las condiciones adecuadas. A pesar de su contribución, su integración económica y social va a la zaga. A pesar de que sí tienen trabajo, lo cual es un vector esencial para la integración económica, los empleos a menudo no están cubiertos por contratos de trabajo formales. Los hogares de inmigrantes, por otra parte, no suelen ser beneficiarios de las ayudas agrícolas. La cobertura de la protección social puede ayudar a canalizar unos mejores resultados de integración, incluida la inversión en el país de acogida. Por ejemplo, el hecho de que el hogar tenga un miembro con un contrato de trabajo formal está vinculado con la propiedad de viviendas en el país de acogida.

Además, los inmigrantes también quedan rezagados en cuanto a la integración social. No solo sus hijos tienen una menor probabilidad de asistir a la escuela, sino que los hogares de inmigrantes también tienen una menor probabilidad de beneficiarse de los programas educativos como las transferencias monetarias condicionadas, las becas y los programas de distribución. Por otra parte, los trabajos no están cubiertos por contratos de trabajo formales, y tampoco contemplan beneficios tales como prestaciones de salud, programas de pensiones y el acceso a un sindicato. Los hogares con inmigrantes también tienden a vivir más lejos del centro de salud más cercano en comparación con los hogares sin ellos.

Las políticas migratorias desempeñan un papel importante. De hecho, tener una situación migratoria regularizada en el país de acogida está vinculado con mayores tasas de inversión por parte de los hogares de inmigrantes, que puede ser un determinante importante para sentirse parte del tejido social. El costo no es el único obstáculo para la regularización; una comprensión adecuada de los procedimientos, incluida una capacidad mínima para leer y escribir, también es importante.

Para maximizar las posibilidades de integración de los inmigrantes, las políticas públicas deben centrarse en las siguientes recomendaciones:

Cuadro 11.4. Políticas para aprovechar al màximo la inmigración

RECOMENDACIONES TRANSVERSALES

Mercado laboral

  • Desarrollar mejores sistemas de información, a través de una extensa red de agencias de empleo, para ayudar a los inmigrantes, así como los trabajadores autóctonos, a encontrar los empleos que mejor correspondan a sus competencias.

  • Aumentar las oportunidades de capacitación para mejorar los niveles generales de competencias profesionales y asegurarse de que los solicitantes de empleo inmigrantes no tienen barreras legales para acceder al mercado laboral.

Agricultura, inversión y servicios financieros

  • Reducir las barreras de facto a la inversión en el sector agrícola por parte de los inmigrantes, como la falta de acceso a la tierra y los mercados; así como en el sector no agrícola, tales como la falta de derecho a la vivienda y a la tierra.

  • Utilizar sitios web y ventanillas únicas para la inversión con el objeto de alentar a los inmigrantes potenciales a invertir en el país de acogida.

  • Hacer accesibles las ayudas agrícolas, tales como los subsidios y la capacitación, para los inmigrantes ya establecidos mediante los permisos de registro residenciales, por ejemplo, para fomentar su productividad e inversión.

Educación

  • Proporcionar igualdad de condiciones en el acceso a la educación en general, y a los estudiantes inmigrantes en particular, por ejemplo, mediante la aplicación de programas de políticas específicas, tales como las transferencias de dinero y las becas para los grupos vulnerables, incluidos los inmigrantes.

  • Invertir en infraestructura educativa en las zonas con mayor demanda de educación generada por la inmigración para garantizar el acceso universal, la educación de calidad y la integración y cohesión sociales.

Protección social y salud

  • Incrementar el acceso de jure y de facto a las prestaciones sociales, tales como los planes de pensiones, las ayudas de salud, el acceso a los sindicatos y las disposiciones estipuladas en los contratos de trabajo legales.

  • Ajustar las inversiones en centros de salud en los barrios donde hay altos niveles de inmigración.

RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS

Migración y desarrollo

  • Favorecer y encauzar los canales para la inmigración y el registro formal en el país de acogida.

  • Adoptar medidas para luchar contra la discriminación de los inmigrantes y asegurarse de que se cumplan.

Referencias

Bauböck, R., I. Honohan, T. Huddleston, D. Hutcheson, J. Shaw y M. P. Vink (2013), Access to Citizenship and its Impact on Immigrant Integration: European Summary and Standards, European University Institute, Robert Schuman Centre for Advanced Studies, Florencia, http://cadmus.eui.eu/bitstream/handle/1814/29828/AccesstoCitizenshipanditsImpactonImmigrantIntegration.pdf?sequence=1.

Campillo-Carrete, B. (2013), South-South Migration: A Review of the Literature, International Institute of Social Studies, La Haya, https://www.iss.nl/fileadmin/ASSETS/iss/Documents/Research_and_projects/IDRC-MGSJ/Campillo_WP_South-South_migration_Lit-reviewannotated-bibly_22July_2013.pdf.

Dumont, J. C., G. Spielvogel y S. Widmaier (2010), “International migrants in developed, emerging and developing countries: An extended profile”, OECD Social, Employment and Migration Working Papers, num. 114, OECD, París, www.oecd-ilibrary.org/docserver/download/5km4g1bk3r7h-en.pdf?

Friedberg, R. M. y J. Hunt (1995) “The impact of immigration on host country wages, employment and growth”, Journal of Economic Perspectives, vol. 9, núm. 2, American Economic Association, Nashville, TN, pp. 23-44, https://www.aeaweb.org/articles?id=10.1257/jep.9.2.23.

Gallup (2016), Gallup (base de datos), www.gallup.com.

Gindling, T.H. (2009), “South-South migration: The impact of Nicaraguan immigrants on earnings, inequality and poverty in Costa Rica”, World Development, Elsevier, Ámsterdam, vol. 37/1, pp. 116-126.

Huber, Peter (2015), “What Institutions Help Immigrants Integrate?”, www for Europe Working Paper, núm. 77, www.foreurope.eu/fileadmin/documents/pdf/Workingpapers/WWWforEurope_WPS_no077_MS18.pdf.

Long, L., S. Le Roux y R. Wecker (2006), ‘Development-Friendly’ Migration Policies: A Survey of Innovative Practices in Countries of Origin and Destination – the Netherlands and South Africa, Organización Internacional para las Migraciones, Ginebra.

Machado, J. (2012), “On the welfare impacts of an immigration amnesty”, IRES Discussion Paper, núm. 2012010, Institut de recherches économiques et sociales, Université Catholique de Louvain, Bélgica, http://sites.uclouvain.be/econ/DP/IRES/2012010.pdf.

OCDE (2007), Policy Coherence for Development: Migration and Developing Countries, OECD Publishing, París, https://doi.org/10.1787/9789264026100-en.

OCDE (2011), Tackling the Policy Challenges of Migration: Regulation, Integration, Development, OECD Publishing, París, https://doi.org/10.1787/9789264126398-en.

OCDE (2013), “The fiscal impact of immigration in OECD countries», en International Migration Outlook 2013, OECD Publishing, París, pp. 125-189, https://doi.org/10.1787/migr_outlook-2013-6-en.

OCDE (2014a), “Is migration really increasing?”, Migration Policy Debates, núm. 1, mayo de 2014, OECD, París, www.oecd.org/berlin/Is-migration-really-increasing.pdf.

OCDE (2014b), “Is migration good for the economy?”, Migration Policy Debates, núm. 2, mayo de 2014, OECD, París, www.oecd.org/els/mig/OECD%20Migration%20Policy%20Debates%20Numero%202.pdf.

OCDE/UE (2015), Indicators of Immigrant Integration 2015: Settling In, OECD Publishing, París, https://doi.org/10.1787/9789264234024-en.

ONU (2015), Sustainable Development Knowledge Platform, Organización de las Naciones Unidas, https://sustainabledevelopment.un.org/sdg8.

ONU-Hábitat y OMS (2016), Global Report on Urban Health; Equitable, Healthier Cities for Sustainable Development, Organización Mundial de la Salud y ONU-Hábitat, Ginebra, www.who.int/kobe_centre/measuring/urban-global-report/en.

Sojo-Lara, G. (2015), “Business as usual? Regularizing foreign labor in Costa Rica”, Migration Information Source, 26 de agosto de 2015, Migration Policy Institute, Washington, DC, www.migrationpolicy.org/article/business-usual-regularizing-foreign-labor-costa-rica.

Notes

← 1. Hay tres excepciones notables donde esto no es necesariamente así: Burkina Faso, Costa Rica y Haití.

← 2. Esto probablemente refleja el hecho de que la tasa de inmigración en Armenia ha ido disminuyendo desde 2000 y que el número de inmigrantes en Marruecos sigue siendo bajo, a pesar de la rápida tasa de crecimiento. Esto ha ocurrido a pesar del esfuerzo por aumentar la muestra de hogares de inmigrantes en Marruecos.

← 3. Además de los datos individuales y de los hogares, el equipo de IPPMD recolectó datos de inmigración a nivel comunitario. En cada comunidad se solicitó a un representante oficial que indicara la proporción calculada de hogares con al menos un miembro nacido en otro país. Los resultados medios a escala comunitaria de los cinco países en los que se dispone de datos son más elevados que las tasas de inmigración individuales oficiales, tal y como se esperaba, ya que son tasas de hogares, pero reflejan la mayor importancia de la inmigración en Costa de Marfil (28 %) y Costa Rica (27 %) en comparación con Armenia (10 %). Es de destacar que la tasa media en todas las comunidades dominicanas es considerablemente inferior a lo que cabría esperar (9 %), es decir, las comunidades en las que se recogieron los datos no son necesariamente las más representativas de la población inmigrante en el país. Además, la tasa de Burkina Faso es también mayor a la esperada (27 %), y podría deberse a diferencias en la definición de “inmigrante” (por el país de nacimiento frente a la nacionalidad) o a inexactitudes a causa de los recientes cambios en la población a raíz de los conflictos en Costa de Marfil.

← 4. Estas cifras incluyen los códigos de la clasificación internacional uniforme de ocupaciones (CIUO) que figuran como ocupaciones agrícolas básicas.

← 5. En cuanto a la compra de vivienda, Costa Rica (64 %) se destaca por tener una tasa muy alta en comparación con los demás países, mientras que las tasas son más bajas en Burkina Faso (30 %), Costa de Marfil (31 %) y República Dominicana (41 %). En relación con la adquisición de tierras, había menos variación entre los países; la tasa más alta era la de Costa de Marfil (45 %) y las tasas inferiores se daban en Burkina Faso (29 %), Costa Rica (31 %) y República Dominicana (29 %).

← 6. Debido a la falta de datos, el número de individuos que dan una respuesta acerca del tipo de contrato y de si habían adquirido una vivienda en el país de acogida no coincide en Costa Rica, lo que explica por qué la proporción media de hogares que compran una vivienda es distinta en las cifras del texto y las de la Figura 11.9.

← 7. También existe evidencia que demuestra que ofrecer la ciudadanía a los inmigrantes puede conducir a mejores resultados de la integración (Bauböck, 2013).