1887

OECD Multilingual Summaries

Going Digital: Shaping Policies, Improving Lives

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Transición digital: crear políticas para mejorar vidas

Resumen en español

Las tecnologías digitales y los datos lo transforman todo. Las personas, las empresas y los gobiernos viven, interactúan, trabajan y producen de manera diferente a como lo hacían en el pasado y estos cambios se aceleran con gran rapidez. ¿Cómo podemos cumplir la promesa descomunal que nos hacen las tecnologías digitales y los datos a favor del crecimiento y el bienestar en un mundo que evoluciona sin parar? Este informe traza el camino a seguir, ya que identifica siete ámbitos de políticas que permiten a los gobiernos (junto con los ciudadanos, las empresas y otros interesados) dar forma a la transformación digital para mejorar vidas: 1) acceso, 2) uso, 3) innovación, 4) empleos, 5) prosperidad social, 6) confianza y 7) apertura de mercado. Asimismo, hace hincapié en las oportunidades clave, los retos y las políticas relacionadas con cada una de las dimensiones, ofreciendo nuevos puntos de vista, pruebas y análisis, y proporcionando recomendaciones para que se promulguen mejores políticas en la era digital.

Acceso a las infraestructuras de comunicación, los servicios y los datos

La demanda de redes no deja de crecer, ya que más personas, cosas y actividades se pasan al mundo virtual. Para 2022 habrá tres dispositivos conectados por persona en el mundo. No obstante, la capacidad de red se queda a la zaga en muchos países, con solo un 7 % de la población de los países de la OCDE que cuenta con conexión de ancho de banda por fibra óptica. Para mejorar el acceso a las redes, los servicios y los datos, los gobiernos deberían reducir las barreras al comercio y la inversión, promover la competencia, simplificar los procedimientos administrativos e impulsar la conectividad en áreas rurales y remotas. Cada vez más, los datos se usan como base de la transformación digital, y es por ello fundamental que se pueda acceder a ellos, incluso mediante mecanismos compartidos que reflejen los intereses legítimos nacionales, privados y en materia de seguridad.

Uso eficaz de las tecnologías digitales y los datos

La mayoría de las personas y organizaciones usa las tecnologías digitales, pero, a menudo, lejos de aprovechar su pleno potencial. Si bien es cierto que casi todas las empresas cuentan con conexión a internet, solo el 33 % de las grandes y el 11 % de las pymes realizan análisis de grandes datos. Colmar la brecha exige que se desarrollen las capacidades necesarias, ya que solo el 31 % de los adultos tiene las suficientes habilidades de resolución de problemas para poder realizarse en un mundo donde la tecnología se encuentra por doquier. En aras de aumentar su uso eficaz, las políticas deberían empoderar a todas las personas con una mezcla de habilidades que les permitan prosperar y confiar en un mundo digital, promover la adopción y la difusión de herramientas digitales que se encarguen de incrementar la productividad de las empresas, y más especialmente de las pymes, impulsar el dinamismo empresarial con cambios estructurales, propugnar la inversión en bienes intangibles (por ejemplo patentes o software) y crear servicios gubernamentales digitales que se centren más en los usuarios.

Innovación digital y basada en datos

Tanto la innovación digital como la que se basa en datos están en auge. En la primera mitad de 2018 las start‑ups en el ámbito de la inteligencia artificial recibieron un 12 % de inversión de capital privado en todo el mundo, y este porcentaje está al alza en las principales economías mundiales. Sin embargo, no todos los países innovan de la misma manera o en la misma medida. Por ejemplo: en el período 2013‑2016, un 60 % de las patentes de la República Popular de China se centraron en las tecnologías de la información y la comunicación, mientras que en los países de la OCDE las patentes en este ámbito supusieron un 33 %. Para liberar el potencial de la innovación digital, las políticas deberían promover el espíritu emprendedor, facilitar el acceso a las finanzas, respaldar las investigaciones básicas, la difusión del conocimiento y la apertura de la ciencia, así como expandir los datos gubernamentales. Las políticas deberían también animar a que se experimente y se creen nuevos modelos en los diversos sectores, a saber, mediante la promoción de una aplicación flexible o la promulgación de marcos regulatorios, entre otros (por ejemplo, los "sandbox").

Trabajos adecuados para todos

El mundo del trabajo y los mercados laborales también se transforman. Se calcula que un 14 % de los empleos en la OCDE se enfrentan a un alto nivel de automatización potencial, mientras que otro 23 % puede que experimente cambios en los próximos 10‑20 años. No obstante, ya en la pasada década, 4 de cada 10 empleos creados surgieron en sectores con una elevada digitalización y de la mano vinieron otras nuevas formas de trabajo. Para asegurar que haya trabajos adecuados para todos debemos prepararnos para un desafío de capacitación masivo. Las políticas tienen que facilitar que la transición justa llegue a buen puerto, generando nuevos empleos y preparando para los cambios en los ya existentes, buscando el equilibrio entre la flexibilidad y la movilidad, por una parte, y la estabilidad laboral por otra; teniendo en cuenta también el diálogo social. Asimismo, dichas políticas deberán empoderar a las personas con una dosis de habilidades que les permitan tener éxito, mejorar la protección social para que nadie se quede atrás y atajar las preocupaciones relativas al surgimiento de nuevas formas de trabajo.

Prosperidad e inclusión sociales

La sociedad también se digitaliza, ya que las tecnologías y los datos empoderan a las personas al permitirles acceder cada vez a más información y abriendo nuevos caminos de compromiso. De media, un 12 % de las personas publica sus opiniones políticas o su compromiso cívico en línea. Sin embargo, aún persisten brechas entre varios ámbitos; por ejemplo: menos de la mitad de las mujeres jóvenes sabe programar, en comparación con el mismo número de hombres. Para promover la prosperidad social, las políticas deberían intentar reducir las disparidades reforzando las capacidades básicas y la formación continua e incluyendo a todas las personas (especialmente a las mujeres, los ancianos y las personas de ingresos reducidos), enfrentándose a los riesgos que entrañan, entre otros, el acoso virtual y la falsa información. Las tecnologías digitales pueden, además, ayudar a responder a retos colectivos, a saber, mediante la promoción de la eficiencia energética o la reducción de los costes de atención sanitaria (por ejemplo con las tecnologías móviles de salud).

Confianza en la era digital

La confianza es la base fundamental sobre la que reposa la transformación digital. Casi un 30 % de los usuarios de internet no incluye información personal en redes sociales por motivos de seguridad o privacidad. Además, solo el 17 % de los usuarios de plataformas compartidas (por ejemplo, las plataformas en el hogar) lee los términos y condiciones al completo, lo que sugiere que se necesitan medidas más eficaces para proteger a los usuarios en línea. Para reforzar la confianza, las políticas deberían motivar a las personas y organizaciones para que gestionen mejor los riesgos de seguridad y privacidad digitales y mejoren la protección en línea de los consumidores. Las estrategias nacionales en materia de privacidad pueden promover una perspectiva que incluya a toda la sociedad y facilite el flujo de información transfronterizo, usando, por ejemplo, marcos de privacidad interoperables.

Apertura de los mercados en los entornos comerciales digitales

Las tecnologías digitales y los datos transforman la manera en que las empresas compiten, comercian e invierten. Las adquisiciones transfronterizas de empresas altamente digitalizadas crecieron en 20 puntos porcentuales, respecto de otros sectores en 2007‑2015. Las empresas de estos sectores de gran digitalización también gozaron de un aumento del 55 % de su margen comercial con respecto a otras empresas (la diferencia entre el precio que la empresa cobra por sus productos y el coste en que esta incurre para producir una unidad extra de dicho producto). Por ello, para impulsar la apertura y el dinamismo de los mercados en entornos comerciales digitales las políticas deberían, entre otros: reducir las barreras al comercio y la inversión, promover mercados financieros abiertos, plantar cara a la dinámica cambiante en la competencia, incluyendo asuntos relacionados con el aumento de la concentración y abordar cambios tributarios mediante una cooperación internacional más eficaz.

No obstante, ninguna de estas políticas podrá prosperar por sí sola; los gobiernos necesitan una estrategia de transformación digital integral y un enfoque de gobernanza que apoye una coordinación eficaz en todos los ámbitos políticos y entre todos los interesados. Una visión estratégica, prioridades y objetivos claros, metas mensurables, un presupuesto adaptado y un seguimiento minucioso del progreso, con evaluación de políticas son elementos fundamentales para una buena estrategia de transformación digital.

Aunque este informe se centre en algunas de las cuestiones más difíciles y acuciantes a las que deben responder las sociedades para que la transformación digital esté al servicio del crecimiento y el bienestar, también esboza un futuro programa de trabajo sobre el mundo digital para que se comprenda mejor y se puedan tratar estos nuevos asuntos complejos. En este programa de trabajo se incluye el cambio en la dinámica de la competencia, la privacidad, los datos y su flujo transfronterizo, el crecimiento de la desigualdad y su conexión con la transformación digital, cómo restaurar la confianza en los gobiernos, la democracia en la era digital y el futuro de las empresas. A guisa de conclusión, es vital que se pueda medir mejor la transformación digital para ofrecer pruebas inequívocas sobre las que se basarán las decisiones políticas del futuro.

© OECD

Este resumen no es una traducción oficial de la OCDE.

Se autoriza la reproducción de este resumen siempre y cuando se mencionen el título de la publicación original y los derechos de la OCDE.

Los resúmenes multilingües son traducciones de extractos de publicaciones de la OCDE editados originalmente en inglés y en francés.

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© OECD (2019), Going Digital: Shaping Policies, Improving Lives, OECD Publishing.
doi: 10.1787/9789264312012-en

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