Prólogo

El estudio de la OCDE sobre la Equidad de Género en Chile es el primero de una serie que aborda a los países de América Latina y el Caribe sobre este tema en particular. Este estudio sitúa las brechas de género de los resultados laborales y educacionales de Chile en un contexto comparativo, profundizando en aquellos factores que contribuyen a la desigualdad de resultados, incluyendo la distribución desigual de labores no remuneradas. El estudio investiga además la forma en que las políticas y programas existentes en Chile pueden contribuir a que esta distribución sea más equitativa, ofreciendo sugerencias para fortalecerlos.

Cerrar las brechas de género en lo que se refiere a obligaciones laborales remuneradas y no remuneradas no es sólo un imperativo moral y social, sino también un eje central de cualquier estrategia exitosa para un crecimiento más robusto, sustentable e inclusivo. La crisis del COVID19 y las medidas de cuarentena correspondientes colocaron esta causa en lo más alto de la agenda de todos los países, al demostrar de una manera sin precedentes que, si no se aborda la división desigual del trabajo entre géneros, las mujeres seguirán teniendo dificultades para alcanzar los ingresos y seguridad financiera de los hombres.

La OCDE por mucho tiempo ha defendido la igualdad de género. Basándose en este extenso trabajo, la iniciativa de Género de la OCDE examina las barreras existentes para la igualdad de género en la educación, empleo y emprendimiento. La OCDE promueve activamente las medidas políticas incluidas en las Recomendaciones de la OCDE sobre la Igualdad de Género en la Educación, el Empleo, el Emprendimiento y la Vida Pública de 2013 y 2015. Éstas incluyen medidas para garantizar el acceso a una educación de buena calidad para niños y niñas, políticas para mejorar el equilibrio de género en los liderazgos del sector público y proporcionar tanto a padres como madres incentivos financieros para utilizar el permiso parental y opciones laborales flexibles.

La emblemática publicación de 2012 Closing the Gender Gap: Act Now! (Cerrando las Brechas de Género: ¡Es Hora de Actuar!) y el informe de 2017 The Pursuit of Gender Equality: An Uphill Battle (La búsqueda de la Igualdad de Género: Una batalla Cuesta Arriba) evaluaron las políticas para promover la igualdad de género en diferentes países. Estas evaluaciones de países reportaron novedosas iniciativas de políticas como NiñaSTEM PUEDEN, que la OCDE y la Secretaría de Educación Pública de México lanzaron conjuntamente. El Portal de Datos de Género de la OCDE en línea se ha convertido en una de las principales fuentes mundiales de indicadores estadísticos femeninos sobre educación, empleo, emprendimiento, participación política y resultados socioeconómicos. El Índice de Instituciones Sociales y Género (SIGI, por sus siglas en inglés) del Centro de Desarrollo de la OCDE mide la discriminación de las mujeres en las instituciones sociales de 180 países.

La OCDE también fue instrumental para definir el objetivo adoptado por los líderes del G20 en su Cumbre de Brisbane de 2014 para reducir la brecha de género en la participación de la fuerza laboral en un 25% hacia el 2025. La OCDE sigue colaborando estrechamente con las presidencias del G20 y del G7 en el seguimiento del progreso para reducir estas diferencias de género.

Basándose en estas iniciativas, Igualdad de Género de Chile propone una estrategia política global para lograr una mayor igualdad de género en el país. La primera parte del informe revisa los datos sobre las brechas de género en los resultados económicos y educativos y posibles activadores, incluyendo las actitudes de género y la distribución del trabajo no remunerado. La segunda parte genera un marco acabado de políticas para crear una distribución equitativa del trabajo remunerado y no remunerado entre hombres y mujeres y para aumentar los ingresos laborales de las mujeres. Esta parte presenta una amplia gama de opciones viables para facilitar una distribución equitativa del trabajo no remunerado entre parejas, reducir la carga global de trabajo no remunerado que recae sobre las mujeres y aumentar los ingresos laborales de las mismas. La parte final incorpora el impacto de la crisis del COVID19 y aborda cómo han cambiado las prioridades políticas del gobierno para dimensionar dicho impacto.

Los objetivos de Igualdad de Género de Chile se alinean con el Objetivo 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para un futuro mejor y más sustentable para todos que incluya el logro de una igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas. En específico, el Objetivo 5.4 establece la importancia de “Reconocer y valorar los cuidados no remunerados y el trabajo doméstico no remunerado mediante la prestación de servicios públicos, la provisión de infraestructuras y la formulación de políticas de protección social, así como mediante la promoción de la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país.”

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