OECD Multilingual Summaries

OECD SME and Entrepreneurship Outlook 2019

Summary in Spanish

Perspectivas 2019 sobre Pymes y empresariado

Resumen en español

Como forma predominante de negocio y empleo, las pequeñas y medianas empresas (pymes) son actores clave en el desarrollo de un crecimiento inclusivo y sostenible, el aumento de la resiliencia económica y la mejora de la cohesión social. De hecho, en la OCDE, las pymes representan un 60 % del empleo y entre un 50 % y un 60 % del valor añadido, siendo los impulsores principales de la productividad en muchas regiones y ciudades. Y aún así, las empresas más pequeñas se enfrentan a barreras de larga data para superar condiciones empresariales severas o acceder a recursos estratégicos. En la práctica, las pymes son uno de los blancos principales de las políticas públicas y son cruciales en la agenda política de muchos gobiernos que buscan respuestas a los desafíos que surgen con la globalización y la digitalización.

La estructura de las pymes es ampliamente comparable y estable en todos los países de la OCDE, con carácter general, y estas tienden a concentrarse en servicios específicos con una menor exigencia de recursos. Sin embargo, se están dando muchos cambios estratégicos, especialmente en ámbitos muy expuestos a la transformación digital. Las pymes representan a un grupo muy heterogéneo de la población, cuyo rendimiento, en términos de productividad, salarios y competitividad internacional varía considerablemente en función del sector, la región y la empresa.

La creación de empresas ha remontado, especialmente en los servicios, pero los empleos recién creados se concentran en sectores de baja producción y bajos salarios

La creación de nuevas empresas ha vuelto a los niveles previos a la crisis en muchos países. Las pymes lideraron el crecimiento del mercado de los servicios entre 2010 y 2016, sobre todo en el comercio mayorista y minorista.

La mayoría de las creaciones y de los nuevos empleos tuvieron lugar en sectores con unos niveles de productividad por debajo de la media y, a menudo, las nuevas empresas suelen ser más pequeñas (con lo que se supone también menos productivas). Además, las brechas de productividad entre empresas más grandes y más pequeñas se han incrementado a nivel de actividad empresarial conjunta, si bien es cierto que las pymes superaron en rendimiento a las grandes empresas en el sector servicios de muchos países.

Los cada vez mayores empleos de baja productividad han resultado en más empleos poco remunerados. Las pymes, incluso las de mayor tamaño, suelen pagar a sus empleados un 20 % menos que las grandes empresas. Por ejemplo, entre 2010 y 2016, casi el 90 % de todos los nuevos empleos en Francia se crearon en actividades con sueldos por debajo de la media, aunque está cifra se mantuvo a dos tercios en Alemania y Reino Unido y por encima del 75 % en Estados Unidos.

Estos hallazgos arrojaron luz sobre el estancamiento salarial observado en los países de la OCDE en un contexto de recuperación económica y empleo en auge. Con un dinámica empresarial actual que pesa sobre los ingresos y el bienestar material, deben surgir dudas sobre las perspectivas de educación y capacitación de la mano de obra, la sostenibilidad de los sistemas de pensiones, la amplitud de la base tributaria y la aceptación pública del cambio tecnológico y la globalización.

La innovación es clave para impulsar la productividad, y aquí la digitalización ofrece a las pymes nuevas oportunidades de formar parte de la nueva revolución en la producción

La innovación es clave para impulsar la productividad y conducir a un aumento salarial. Las tecnologías digitales emergentes, como los análisis de grandes datos, la inteligencia artificial y la impresión en 3D, permiten una mayor diferenciación y personalización masiva, con sistemas de cadenas de producción mejor integrados y, en general, con modelos empresariales novedosos, mejorados por la tecnología que aprovechan las distancias y el tiempo más cortos para llegar a los mercados. Estos logros es probable que beneficien a las empresas más pequeñas y receptivas.

La digitalización también apoya la contratación y la innovación abiertas, ya que las grandes empresas contribuyen a la transformación de los ecosistemas empresariales mediante aceleradores de negocio y laboratorios de innovación, que brindan a las start‑ups y pymes innovadoras acceso a los recursos y mercados.

La digitalización crea, asimismo, un amplio espectro de servicios financieros innovadores para las pymes, desde préstamos entre pares a herramientas alternativas de evaluación del riesgo u ofertas iniciales de moneda (ICO). Los modelos mixtos están, también, al alza, ahora que Finchtech gana en protagonismo en el panorama financiero de las pymes.

La digitalización también alivia el acceso de las pymes a la capacitación mediante sitios de contratación más aptos, subcontratación y contratación en línea para ciertas tareas o conectándolas con socios en materia de conocimiento.

Las pymes que operan en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están especialmente bien situadas para cosechar los frutos de la digitalización. De hecho, estas aumentaron su cuotas en cuanto a la actividad total en casi todas las economías de la OCDE entre 2010 y 2016, a pesar de las preocupaciones sobre la concentración de mercado y las dinámicas de monopolio. Las pymes aumentaron su parte de valor añadido en más del 10 % en Finlandia en el ámbito de la programación por ordenador, en Irlanda en las telecomunicaciones y en Lituania e Italia en las actividades de publicación.

La digitalización también puede ayudar a las pymes a integrarse en los mercados globales y las cadenas de valor mundiales

La digitalización ha generado mecanismos eficaces para reducir las desventajas en cuanto al tamaño en el comercio internacional, por ejemplo reduciendo los costes absolutos asociados al transporte y a las operaciones fronterizas. Además, la fragmentación de la producción en todo el mundo ha brindado a las pymes un alcance significativo para competir en segmentos de cadenas de valor mundiales especializados y aumentar a escala comercial sus actividades en el extranjero, aprovechándose, a la par, del efecto goteo internacional en materia de conocimiento y capitalizando en un crecimiento más sólido en mercados emergentes.

En realidad, las brechas salariales en las empresas más grandes son menores en las pymes de exportación y en las de alta productividad, especialmente las que están a la vanguardia de la revolución digital.

Las condiciones de mercado para las pymes han mejorado en general, aunque se otean riesgos en el horizonte

Las condiciones de mercado para las pymes han mejorado desde que comenzara la crisis financiera. Las pymes han saneado sus márgenes de beneficios, las condiciones de crédito son adaptables y las opciones de financiación más diversas. No obstante, se observan señales de que el crecimiento ha alcanzado su máximo y surgen riesgos en relación con el crecimiento económico frágil, la presión de la inflación y las tensiones comerciales. Las cadenas de valor mundiales han perdido su impulso, ahora que la inversión extranjera directa se encuentra en su punto más bajo desde 2013. Si se produjera una nueva recesión es probable que sea dura para las pymes.

La automatización y la impresión en 3D ponen en tela de juicio la lógica tras las prácticas de contratación en el extranjero basadas en los costes de la mano de obra. Las multinacionales que buscan mejorar la resiliencia de su cadena de suministro y su flexibilidad puede que deban reorientar su producción de nuevo dentro de la zona OCDE, lo que acarrearía consecuencias inciertas para las pymes. Aunque haya pymes que pudieran beneficiarse de actividades nacionales reintegradas, aquellas que ya realizan su producción en cadenas de valor mundiales podrían sufrir una reducción significativa del alcance de su participación en dichas cadenas.

Además, la inversión extranjera directa cada vez se destina más a la adquisición de bienes digitales, reforzando el papel de las multinacionales en la creación de la infraestructura digital y la importancia de los vínculos multinacional‑pyme para la mejora tecnológica de estas últimas.

Las pymes deberán prepararse mejor para la transición digital

Las pymes se quedan atrás en digitalización y cuanto más pequeña sea la empresa menos probabilidades tiene de adoptar prácticas empresariales con tecnología mejorada. Las pymes también son menos proactivas al proteger sus datos y no están del todo bien preparadas para enfrentarse a amenazas de ciberseguridad. Esto las arriesga a convertirse en eslabones débiles en sistemas de infraestructura hiperconectados y complejos.

Además, las pymes tienen menos probabilidades de contar con las habilidades necesarias para gestionar su transformación digital y aún hay muy pocas que puedan ofrecer capacitación en TIC a sus empleados. Por otra parte, las pymes siguen sufriendo una falta de personal cualificado, sobre todo en gestión, comunicación y/o habilidades de resolución de problemas, que son cruciales para la innovación.

El reciente progreso observado en la participación en programas de formación continua y la reducción de las distancias con las grandes empresas en cuanto a formación deberá fortalecerse en aras de colmar la brecha de habilidades. Asimismo, aunque el aumento de empleos no estandarizados puede generar oportunidades de subcontratación, es posible que también exacerbe las dificultades con que se topan las pymes para encontrar nuevos talentos y trabajadores capacitados a largo plazo.

Los enfoques gubernamentales a la política de las pymes y la formación en línea son cada vez más variados

Si bien es cierto que algunos gobiernos en la zona OCDE y más allá tienden a estar de acuerdo en sus orientaciones estratégicas amplias para los enfoques de las pymes y la formación en línea, las aproximaciones al diseño de políticas y su aplicación varían considerablemente entre los países.

Hay una atención amplia a la aceleración de la divulgación de la innovación a las pymes, para asegurar que mantienen el ritmo de la transformación digital, a la participación de las pymes en la mejora de las habilidades; al incremento comercial de las redes de innovación y los vínculos multinacional‑pyme, así como a la igualación del terreno de juego en los mercados de productos, la contratación pública y los mercados innovadores "líderes". Los gobiernos de la OCDE también han realizado reformas en pro del crecimiento centradas en la capa más baja de la administración, la carga tributaria y la promulgación de normativas inteligentes. Por otra parte, es cierto que el ritmo de las reformas estructurales se ha ralentizado en los últimos años, específicamente en cuanto a los regímenes de insolvencia y la posibilidad de dar una segunda oportunidad a los emprendedores.

Sin embargo, existe una amplia mezcla de enfoques y, en ciertas áreas, puntos de vista discordantes sobre cómo desplegar el pleno potencial de las pymes y los emprendedores. Aunque algunos países han intentado generalizar las consideraciones de políticas para las pymes en otras agendas políticas, hay otros que ofrecen instrumentos a medida concretamente para las pymes, a menudo combinados con conjuntos de políticas específicas a un sector o un lugar.

Por ejemplo, se han reabastecido los paquetes de apoyo a la innovación para llegar mejor a las pymes. En la actualidad, las pymes de la mayoría de los países de la OCDE reciben relativamente más apoyo público para el I+D de lo que gastan en ese ámbito. Los aceleradores e incubadoras están floreciendo por todo el mundo, convirtiendo a las ciudades en núcleos de innovación por datos y experimentación. Entre estos gobiernos que buscan asistir a las pymes en su internacionalización, algunos enmarcan su apoyo a estas empresas dentro de su estrategia nacional para la exportación o su política industrial, mientras otros brindan incentivos a medida a pymes y multinacionales. De la misma manera, hay países que están tomando enfoques radicalmente opuestos a sus marcos de reglamentación de supervisión de ICO. .

La digitalización es también un cambio revolucionario para unos servicios públicos de alta calidad para las pymes.

La digitalización ofrece a las pymes acceso a servicios públicos de mejor calidad, ya que permite que haya una interacción más eficiente entre estas y las administraciones públicas y un enfoque más centrado en el usuario en el ámbito de la legislación. Ya hay aplicaciones que se extienden por una enorme diversidad de ámbitos, desde los servicios de desarrollo de negocios hasta los sistemas de licencias, cumplimiento fiscal o tribunales.

Las plataformas en línea gubernamentales y dedicadas facilitan también las consultas y el acceso a los servicios por parte de las pymes. La mayor disponibilidad de datos, junto con la comprensión del comportamiento permite a los gobiernos adaptar mejor sus servicios y operaciones a las preferencias de los usuarios y dejan espacio para la experimentación política (por ejemplo el cumplimiento fiscal por diseño).

Las iniciativas de datos abiertos gubernamentales ofrecen a las pymes acceso a nuevos datos a costes reducidos y las apoya en la creación de historiales de derechos de propiedad intelectual. Se están reforzando legalmente los marcos de protección de datos, mediante esfuerzos encaminados a la armonización de las legislaciones en las diferentes jurisdicciones para que el uso de los derechos de propiedad intelectual sea más sencillo y predecible.

Estos logros piden una acción política innovadora y un enfoque de todo el gobierno

La heterogeneidad de la población de las pymes, la diversidad de sus ecosistemas de negocios y los desafíos acuciantes que quedan por venir piden una reconsideración fundamental de las políticas sobre pymes y formación en línea. El factor clave para el éxito será un enfoque de todo el gobierno, en el que se incluyan acuerdos eficientes de gobernanza a múltiples niveles en todas las escalas: nacional, subnacional, regiones y ciudades, así como una formación internacional entre pares y capacidad para el seguimiento y la evaluación.

Un diseño eficaz, la aplicación y la ejecución de políticas sobre pymes y formación en línea exigirán más y mejores datos, y pruebas más contundentes de sinergias políticas, complementariedad e intercambios. A lo largo de esta Perspectiva sobre pymes y empresariado, la OCDE continuará promoviendo una cooperación internacional mejorada para garantizar que las pymes y los empresarios puedan desarrollar su pleno potencial y contribuir a la construcción de sociedades más resilientes, sostenibles e inclusivas.