1887

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OECD-FAO Agricultural Outlook 2019-2028

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OCDE‑FAO Perspectivas Agrícolas 2019‑2028

Resumen en español

Perspectivas Agrícolas 2019‑2028 es un trabajo de colaboración entre la OCDE y la FAO, elaborado con la contribución de expertos de los gobiernos de sus países miembros y de organizaciones especializadas en productos básicos. En el informe se proporciona una evaluación consensuada de las perspectivas a 10 años para los mercados de productos básicos agrícolas y pesqueros a escalas nacional, regional y mundial. La edición de este año se centra en especial en la región de América Latina y el Caribe.

La fortaleza de la oferta prolongada durante varios años impulsó la reducción de los precios internacionales de la mayoría de los productos básicos agrícolas, aunque los precios de los cereales, la carne de vacuno y la carne de ovino muestran recuperación a corto plazo. Se proyecta que durante la década siguiente, los precios reales de casi todos los productos básicos cubiertos en las Perspectivas se mantendrán en los niveles actuales o por debajo de ellos, dado que las mejoras en materia de productividad superan aún el crecimiento de la demanda.

La población mundial en aumento continuará utilizando cantidades crecientes de productos agrícolas, como alimentos, como forraje y para fines industriales. En la próxima década, gran parte de la demanda adicional de alimentos provendrá de regiones con un alto crecimiento demográfico, en particular África Subsahariana, India y la región de Oriente Medio y África del Norte.

Se prevé que el consumo per cápita de alimentos básicos se estancará, dada la saturación de la demanda para la mayor parte de la población mundial. Se pronostica que la demanda de carne será relativamente fuerte en América, en tanto que los ingresos bajos seguirán restringiendo el consumo de carne en África Subsahariana. Los productos lácteos frescos cubrirán una buena parte de la demanda de proteína en Asia (sobre todo en India). En términos más generales, se espera que el consumo per cápita de azúcar y aceite vegetal aumentará, impulsado por la urbanización y el cambio a alimentos más procesados y de conveniencia.

La combinación de un consumo excesivo de calorías, dietas desequilibradas y menores niveles de actividad implica una carga creciente de sobrepeso y obesidad en varios países del mundo. En muchos países de ingresos bajos y medios estos problemas coexisten con la subalimentación y las deficiencias de micronutrientes, lo cual significa una “triple carga” de malnutrición.

La sólida demanda de productos alimentarios de origen animal brinda incentivos para incrementar la producción del sector ganadero, al aumentar el tamaño de los hatos. Junto con las mejoras supuestas en las tasas de utilización, la demanda de alimento para animales se estimulará y se espera que los cultivos de forraje, como maíz y soya, aumentarán su participación en la mezcla mundial de cultivos. Por consiguiente, se prevé que durante la década siguiente el aumento del uso de cereales para forraje excederá el incremento del uso alimentario.

Los biocombustibles contribuyeron en buena medida al incremento de la demanda de cultivos entre 2000 y 2015, pero dicho incremento será menor durante la década siguiente; la demanda adicional provendrá sobre todo de Indonesia, que utilizará el aceite vegetal para producir biodiésel, y de la República Popular China y Brasil, que utilizarán yuca y caña de azúcar para producir etanol.

Se espera que la producción agrícola crecerá 15% durante la década siguiente, en tanto que el uso mundial de la tierra agrícola permanecerá estable en términos generales. La proyectada expansión de la producción de cultivos puede atribuirse en buena medida a las mejoras en los rendimientos y a una mayor intensidad de producción debida a la innovación tecnológica. El aumento previsto de la producción ganadera se basará en la expansión de los hatos, así como en un uso mayor y más eficaz del forraje. Debido a las limitaciones en la pesca de captura, casi todo el crecimiento proyectado en la oferta de pescado y mariscos provendrá de la acuicultura y su participación en la producción total aumentará a cerca de 55% en 2028.

La agricultura sigue contribuyendo de manera considerable a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Se espera que las emisiones directas de la agricultura, en particular de la ganadería, así como de los arrozales y los fertilizantes sintéticos, crecerán 0.5% p.a. durante la década siguiente, en comparación con el 0.7% p.a. registrado durante los 10 años previos. Esta cifra es menor que el aumento de la producción agrícola, lo cual indica una baja en la intensidad de carbono a medida que aumenta la productividad.

El comercio internacional seguirá siendo esencial para la seguridad alimentaria en un creciente número de países importadores de alimentos. También es aún importante para los ingresos y el nivel de vida de regiones exportadoras como América Latina y el Caribe, región que se espera seguirá elevando su participación en las exportaciones agrícolas mundiales. La región del Mar Negro consolidará su posición como exportador líder de trigo y de maíz, y la mayoría de las exportaciones se destinarán a Oriente Medio y África del Norte.

Los mercados agrícolas mundiales afrontan una serie de nuevas incertidumbres que se suman a los tradicionalmente altos riesgos que la agricultura corre. Por el lado de la oferta, dichas incertidumbres incluyen la propagación de enfermedades como la peste porcina africana, la creciente resistencia a los antimicrobianos, las respuestas regulatorias a nuevas técnicas de fitomejoramiento y las respuestas a eventos climáticos extremos, cada vez más probables. Por el lado de la demanda, las incertidumbres incluyen los cambios en las dietas, los cuales reflejan las percepciones relativas a los problemas de salud y sostenibilidad, y las respuestas de políticas públicas a las alarmantes tendencias en términos de obesidad. Otro factor es la mayor incertidumbre respecto a futuros acuerdos comerciales entre varios actores importantes asociados con los mercados agrícolas mundiales. Una escalada de las tensiones comerciales continuas podría reducir y redirigir el comercio, con las correspondientes repercusiones para los mercados internacionales y nacionales.

América Latina y el Caribe

El capítulo especial de este año se centra en América Latina y el Caribe (ALC), región abundante en tierra y agua que representa 14% de la producción mundial y 23% de las exportaciones mundiales de productos básicos agrícolas y pesqueros. Se prevé que el crecimiento de la producción se desacelerará durante la década siguiente, aunque, con 22% de aumento en los cultivos y 16% de aumento en los productos ganaderos, será siete y dos puntos porcentuales, respectivamente, más rápido que el promedio mundial. El incremento de las exportaciones de la región ALC limitará la desaceleración de la producción, lo cual resaltará la importancia para los países latinoamericanos y caribeños de la apertura comercial a nivel mundial. En 2028, la región representará más de 25% de las exportaciones mundiales de productos agrícolas y pesqueros.

En casi todos los países de la región, el apoyo brindado a los agricultores es bajo en relación con el promedio de la OCDE o el promedio mundial, por lo que las decisiones sobre producción son determinadas en gran medida por las señales del mercado. Sin embargo, debido al estado diverso de la infraestructura rural y las iniciativas de I+D en toda la región, hay diferentes grados de posibilidad de elevar el gasto público en inversiones estratégicas en un entorno propicio para la agricultura que podría aumentar la productividad agrícola de manera sostenible. Debido a problemas como erosión del suelo, deforestación y emisiones de la producción agrícola, varios gobiernos de la región también tendrán que invertir en la mejora del desempeño del sector en materia ambiental.

Las fuertes oportunidades de crecimiento de cultivos de frutas y vegetales de alto valor brindan a su vez posibilidades a los pequeños agricultores, pero las políticas dirigidas a estos deberán diferenciarse de acuerdo con su dotación de recursos y su potencial de mercado. En vista de la constante feminización de la actividad agrícola en la región, hay motivos particulares para orientarse a las mujeres agricultoras, con el fin de mejorar su acceso a la educación, al crédito y a los servicios de extensión agrícola.

La seguridad alimentaria sigue representando un problema en la región, pues muchos hogares no pueden costear los alimentos que necesitan. La pobreza extrema ha aumentado desde 2015, por lo que una medida primordial es asegurar el aumento de los ingresos de las comunidades más pobres, reto en el que el desarrollo agrícola desempeña un papel fundamental. A la vez, en la región ALC se registra un rápido aumento del número de personas con sobrepeso y obesidad, lo cual representa un problema de salud pública cada vez mayor. Se han puesto en marcha varias iniciativas para contrarrestar estas tendencias, desde el suministro de información pública hasta regulaciones sobre medidas industriales y fiscales. Es urgente evaluar estas políticas para poder intensificar las iniciativas exitosas y ampliarlas a otros países.

© OECD

Este resumen no es una traducción oficial de la OCDE.

Se autoriza la reproducción de este resumen siempre y cuando se mencionen el título de la publicación original y los derechos de la OCDE.

Los resúmenes multilingües son traducciones de extractos de publicaciones de la OCDE editados originalmente en inglés y en francés.

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© OECD (2019), OECD-FAO Agricultural Outlook 2019-2028, OECD Publishing.
doi: 10.1787/agr_outlook-2019-en

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