Brasil
1. Tendencias actuales
La pobreza en Brasil disminuyó del 20.9% en 2016 al 19.5% en 2022, manteniéndose por debajo del promedio, 24.1%, registrado en América Latina y el Caribe (ALC). La pobreza extrema, se situó en el 5.3% en 2022, por debajo del promedio de ALC (8.3%). El coeficiente de Gini disminuyó de 53.3 en 2016 a 52.9 en 2021, manteniéndose por encima del promedio registrado en los países de ALC (44.8). Por lo que se refiere a los indicadores de inversión y transformación productiva, la inversión total en Brasil aumentó del 15.5% del PIB en 2016 al 18.8% en 2022, siguiendo la tendencia del promedio de ALC, que aumentó del 20.8% al 21.3% en el mismo período. La inversión privada representó el 14.2% del PIB, una cifra ligeramente inferior al promedio de ALC (15.8% en 2019). La productividad laboral de Brasil, medida con respecto a la producción de Estados Unidos por persona empleada, fue del 24.7% en 2023, por debajo del promedio de ALC del 27.1%. La proporción de exportaciones de productos de alta tecnología en los bienes manufacturados exportados totales descendió del 16.0% en 2016 al 9.0% en 2021, aunque se mantuvo por encima del promedio de ALC (7.2%). Las percepciones positivas de la inversión extranjera directa (IED), que descendieron en toda la región de ALC, también lo hicieron ligeramente en Brasil, del 63.4% en 2016 al 60.0% en 2020. Los ingresos tributarios del país aumentaron del 31.6% del PIB en 2016 al 33.5% en 2021, en oposición a las tendencias regionales. Los ingresos tributarios ambientales se mantuvieron prácticamente igual, en el 0.7% en 2021.
2. Políticas a largo plazo para promover la inversión y la transformación de la producción
Brasil ha hecho importantes esfuerzos para atraer y movilizar inversión de alta calidad, centrándose principalmente en estimular la producción, adquisición y exportación de bienes de capital e innovación tecnológica. En 2009, creó el Programa de Apoyo a la Inversión, que funciona a través de préstamos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) del país. Desde 2011, este programa funciona también a través de la Finep, para apoyar proyectos innovadores en el desarrollo de procesos y productos nuevos o innovadores que tengan oportunidades de mercado. El gobierno federal, junto con los organismos que a él pertenecen, promueve empresas innovadoras a través de regulaciones y programas públicos. En 2021, Brasil aprobó el Marco Legal para Start-ups, para reducir la burocracia de las pequeñas empresas innovadoras. Entre los programas públicos de promoción del desarrollo de las empresas emergentes están: Inovativa Hub, un programa gratuito de aceleración para empresas emergentes; Centelha, para fomentar la creación de empresas innovadoras; Garagem, financiado por el BNDES, para apoyar a empresas emergentes en etapas iniciales e intermedias; Diplomacia de la Innovación, del Ministerio de Relaciones Exteriores, para internacionalizar los ecosistemas de innovación brasileños; Startup Outreach, un programa de varias partes interesadas para integrar las empresas emergentes en etapas intermedias o finales en prometedores ecosistemas de innovación internacionales; y Sebrae Start-ups, un programa de formación y aceleración orientado a empresas emergentes. Por lo que se refiere al impulso de la inversión privada en investigación y desarrollo (I+D), desde 2013 EMBRAPII (Empresa Brasileira de Pesquisa e Inovação Industrial), una entidad de financiamiento centrada en conectar centros de investigación y empresas privadas, invirtió alrededor de 648 millones de USD en el financiamiento de proyectos de I+D en Brasil.
Para avanzar en un modelo productivo inclusivo y sostenible, Brasil enfoca su Plan de Desarrollo Sostenible de 2030 en cinco misiones clave: futuro digital e inclusivo, innovación en bioeconomía y Amazonía, agronegocio responsable, ciudades e infraestructuras sostenibles, y salud como motor de desarrollo. Además, el gobierno participa en el desarrollo de infraestructuras a través de la Secretaría Especial del Programa de Asociaciones de Inversión (SEPPI), con más de 321 proyectos desde 2016, abarcando sectores como transporte, energía, 5G y atención sanitaria. El nuevo Programa de Aceleração do Crescimento (PAC), con una inversión planeada de 1.7 billones de BRL en cuatro años, busca estimular el crecimiento económico y reducir desigualdades a través de nueve ejes principales: infraestructura social inclusiva; transporte sostenible; inclusión digital; agua; seguridad y transición energética; innovación en defensa, educación y tecnología; ciudades resilientes, y salud.
En cuanto a las asociaciones regionales e internacionales para promover inversiones de calidad, Brasil colabora con socios dentro y fuera de ALC. Dentro de la región, creó un programa de formación para países de ALC, avanzando en la defensa de la competencia y fortaleciendo su posición como referencia. Junto a Uruguay y con el apoyo de la CAF, se está examinando la creación de una vía navegable (Lagoa Mirim y Canal de São Gonçalo/rs) que genere efectos económicos y ambientales positivos. Fuera de ALC, Brasil impulsa un programa de desarrollo urbanístico en Mozambique y un programa de cooperación con la UE en el marco de la Iniciativa Global Gateway. Este último supone una inversión de la UE de 2 000 millones de EUR en hidrógeno verde y eficiencia energética en la industria brasileña. La UE continuará apoyando proyectos como EllaLink, co-financiado por Brasil, y la inversión e investigación en biocombustibles y tecnología de la información.