OECD Multilingual Summaries

Fit Mind, Fit Job

From Evidence to Practice in Mental Health and Work

Summary in Spanish

Mente Sana, Empleo Sano

De la Evidencia a la Práctica en la Salud Mental y el Trabajo

Resumen en español

Los padecimientos de salud mental exigen un alto precio ̶ a las personas, a los empleadores y a la economía. Además de la angustia que se sufre de manera individual. Las personas con problemas de salud mental también sufren económicamente debido al menor empleo, mayor desocupación y un alto riesgo de pobreza. Los empleadores enfrentan pérdidas significativas en productividad y trabajo, y altas tasas de ausencia laboral por enfermedad. Por su parte, la economía asume los costos en forma de elevados gastos en seguridad social y salud.

Estos pesados costos son consecuencia directa de la prevalencia de padecimientos de salud mental, especialmente de los del tipo leve a moderado. Estos afectan, en cualquier momento dado, a una quinta parte de la población en edad laboral, y una persona de cada dos padecerá un episodio de debilidad mental a lo largo de su vida. Mientras que no se ha incrementado la prevalencia en el largo plazo, es apenas que los diseñadores de políticas y la sociedad en general han comenzado a darse cuenta de la magnitud de los retos económicos, sociales y de empleo que los padecimientos mentales implican.

Para afrontar los altos costos de los padecimientos de salud mental, estos necesitan volverse una prioridad para los interesados en el ámbito laboral, en el sistema de salud, y en cada una de las áreas de la política social, incluyendo el desempleo y la incapacidad. Sin embargo, la política ha reaccionado lentamente. Los grandes problemas son claros:

• La aparición temprana de padecimientos de salud mental afecta el rendimiento escolar y la transición al empleo.
• Niveles altos de tratamientos subatendidos o necesidades no cubiertas.
• El importante estigma asociado a los padecimientos de salud mental daña la posibilidad de empleo de las personas afectadas.
• La alta prevalencia de los padecimientos de salud mental entre los demandantes en edad laboral, que cubre también a los beneficiados del seguro por desempleo.

Principios de Políticas OCDE

De nueve países de la OCDE se obtuvo la evidencia disponible de los vínculos entre la salud mental y el trabajo, este informe concluye que se necesita una transformación de política respecto al tipo de intervención requerida del qué y del cuándo y de quién debería llevarla a cabo. La intervención actual con frecuencia llega demasiado tarde, los involucrados clave son excluidos, y las diferentes instituciones y servicios tienden a trabajar de manera aislada. Cambiar los tres parámetros ̶ cuándo, qué y quién ̶ podría avanzar lejos hacia el mejoramiento en la inclusión de personas con padecimientos de salud mental en el mercado laboral.

• Cuándo : la intervención oportuna es crítica. Las intervenciones con frecuencia llegan demasiado tarde, y las personas llevan ya años fuera del mercado laboral. Aunque se realicen acciones completas tienen un efecto limitado si llegan retrasadas. Cualquier medida tomada en el centro escolar o en el ámbito laboral tendrá un impacto mejor y más duradero en lugar de esperar hasta que la persona abandone la educación o el trabajo. Los esquemas de enfermedad y desempleo también necesitan reaccionar rápidamente para ayudar al afectado a regresar al trabajo.
• Qué : las políticas actuales son proporcionadas frecuentemente de manera independiente. Las políticas de salud, empleo y educación consideran por lo general sus resultados de forma sectorial. Dicho apoyo aislado no es suficientemente bueno. Las personas con padecimientos mentales experimentan dificultades para mantener, regresar o hallar trabajo, frecuentemente tienen problemas interconectados de tipo social, salud y empleo que la política debe abordar de una manera integrada. Proporcionar servicios integrados logra mejores y más rápidos resultados.
• Quién : no se alcanzará el progreso en atender el reto de los padecimientos de salud mental si este se deja solo en manos de las instituciones y los profesionales del cuidado de la salud mental. El padecimiento de salud mental es una cuestión primordial que muchos involucrados deben atender. Fuera de la esfera del cuidado de la salud mental, los actores inmediatos tienen una función clave que desempeñar para asegurar mejores resultados en educación y empleo de las personas con este tipo de padecimientos. Los profesores, los gerentes de primera línea, los médicos generales y los trabajadores de asistencia social se enfrentan cotidianamente a los efectos de los padecimientos de salud mental de sus estudiantes, empleados y pacientes. Ellos se encuentran mejor ubicados para identificar estas cuestiones, para atender los impactos y las implicaciones, y para involucrar a profesionales cuando se requiera.

Ninguno de los países revisados por la OCDE ha establecido algún método integrado entre las diferentes áreas de política que aborde exitosamente, en etapa temprana, los problemas de salud mental y el trabajo. No obstante, se cuenta con una amplia cantidad de ejemplos prometedores en diferentes campos de los cuales se pueden obtener aprendizajes para un cambio de enfoque de política. Sin embargo, muchos de los ejemplos son proyectos piloto de corta vida que con frecuencia no han sido evaluados rigurosamente. Una mejor medición y seguimiento de las políticas y los resultados permitirán un mejor aprendizaje de los ejemplos prometedores.

Se requieren pocos elementos de política universal para cambiar a un enfoque integrado que promueva mejores resultados en salud mental y empleo:

• Los actores clave de primera línea, especialmente aquellos fuera del campo de la salud mental, necesitan mejores competencias para tratar con dicha cuestión; directrices operativas de cómo identificar problemas de salud mental; así como herramientas más robustas y estructuras de atención que atajen rápidamente los problemas y las implicaciones cuando surjan.
• Las responsabilidades de los actores primarios necesitan ser detalladas claramente. Esto es importante para las personas involucradas ̶ empleadores, doctores y prestadores de servicios ̶ e igualmente para las autoridades beneficiadas y el sistema del cuidado de salud mental.
• Los incentivos financieros pueden proporcionar una manera efectiva en que las partes interesadas cumplan sus responsabilidades. Las política debe buscar cambiar los sistemas para que los involucrados sean estimulados o gratificados por hacer lo correcto. Se requieren inventivos para promover la identificación en etapa temprana de padecimientos de salud mental, una acción veloz para atenderla, y proporcionar de servicios integrados de salud y empleo.
• Por último, la puesta en marcha de política es crucial. Por ejemplo, existen ya un número de directrices y regulaciones para los empleadores, doctores y otros actores. Pero tendrán muy poco impacto a menos que su uso sea supervisado sistemáticamente y sancionado por incumplimiento, lo que hace el llamado a un liderazgo más fuerte en ambos niveles político y operativo.

El objetivo máximo de política debe asegurar que las personas reciban apoyo rápido e integrado en cualquier momento o lugar en que busquen ayuda mediante consulta de un trabajador social o un profesor debido a dificultades en el hogar; un profesional de recursos humanos para hablar sobre los problemas en el trabajo; un médico general para solicitar un certificado de enfermedad; un sicólogo para solicitar ayuda sobre un problema de estado de ánimo o ansiedad; o un consejero del servicio de empleo para encontrar un nuevo trabajo.

El marco de política OCDE sobre la salud mental y el empleo, proporciona en consecuencia una serie de conclusiones de política general para todos los países de la OCDE bajo cuatro rubros:

• Ayudar a la gente jóven mediante la concientización sobre la salud mental y las políticas educativas.
• Esforzarse por un sistema de cuidado de la salud mental orientado al empleo.
• Mejorar las políticas en el ámbito laboral y apoyo e incentivos del empleador.
• Elaborar los beneficios y los servicios de empleo adecuados para personas con padecimientos de salud mental.