Perspectivas de empleo de la OCDE 2023 : La inteligencia artificial y el mercado laboral (Resumen ejecutivo)

La sólida recuperación tras la recesión de COVID-19 ha perdido impulso a partir de 2022, mientras que la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania contribuía a una inflación no vista en décadas en muchos países, afianzando una crisis del coste de vida. Sin embargo, el empleo se ha mantenido, mientras que las tasas de desempleo han alcanzado sus niveles más bajos en décadas. Con pocas excepciones, las tasas de inactividad están por debajo de los niveles previos a la pandemia, incluso entre los adultos mayores. Los mercados laborales siguen tensos en la mayoría de los países, aunque hay algunas señales de relajamiento, ya que el número de vacantes por desempleado ha disminuido ligeramente desde niveles máximos históricos.

A pesar de un repunte del crecimiento de los salarios nominales, los salarios reales están cayendo en prácticamente todos los países de la OCDE. En muchos países, los beneficios han aumentado más que los costes laborales, contribuyendo inusualmente a las presiones internas sobre los precios y llevando a una caída de la participación de la renta del trabajo agregada en la renta nacional bruta. Si bien las transferencias públicas y el apoyo fiscal han proporcionado algo de alivio, la pérdida de poder adquisitivo es particularmente compleja para los hogares de bajos ingresos, ya que tienen menor capacidad para hacer frente a los aumentos de precios mediante ahorros o endeudamiento, y a menudo, se enfrentan a tasas de inflación efectivas más altas debido a que destinan una mayor proporción de sus gastos a energía y alimentos.

Varios instrumentos de política pueden ser activados para limitar el impacto de la inflación en los trabajadores y garantizar una distribución justa de los costes entre gobiernos, empresas y trabajadores. La forma más directa de ayudar a los trabajadores es mediante un aumento en sus salarios, incluidos los salarios mínimos estipulados por ley, que están bajo el control del gobierno. En promedio, en los países de la OCDE, los salarios mínimos nominales han seguido el ritmo de la inflación gracias a incrementos discrecionales o mecanismos de indexación. En contraste, los salarios negociados en acuerdos colectivos han disminuido en términos reales, ya que reaccionan con cierto retraso debido a la naturaleza escalonada y poco frecuente de la negociación salarial.

Para orientar a los responsables de políticas en el desarrollo de una respuesta adecuada, esta edición de las Perspectivas de empleo revisa la evidencia emergente sobre el impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral, mientras que destaca el nivel significativo de incertidumbre que rodea el impacto actual y, especialmente, futuro de la IA en el mercado laboral, así como las acciones políticas más adecuadas para promover un uso confiable de la IA.

La IA parece ser diferente a los cambios tecnológicos digitales anteriores en varios aspectos: i) amplía significativamente el rango de tareas que pueden ser automatizadas más allá de las tareas rutinarias y no cognitivas; ii) la IA es una tecnología de propósito general, lo que significa que casi todos los sectores y ocupaciones se verán afectados; y iii) la velocidad de desarrollo es sin precedentes.

Según la literatura actual (que en su mayoría es anterior a la última ola de IA generativa), hasta el momento hay poca evidencia de efectos negativos significativos en el empleo debido a la IA. Esto puede ser porque la adopción de IA aún es relativamente baja y/o porque hasta ahora las empresas prefieren confiar en ajustes voluntarios de la fuerza laboral. Cualquier efecto negativo en el empleo debido a la IA puede tardar en materializarse. Al mismo tiempo, la IA crea nuevas tareas y empleos, especialmente para trabajadores altamente capacitados que tienen las competencias adecuadas para trabajar con IA. Será importante monitorear la distribución de la pérdida y creación de empleos con miras a la inclusión.

El mayor impacto destacado por la literatura hasta ahora ha sido en la calidad del empleo. Los trabajadores y empleadores indican que la IA puede reducir tareas tediosas y peligrosas, que conlleva mayor involucramiento y seguridad física de los trabajadores. Sin embargo, también existen riesgos. Se han reportado casos en los que la IA automatiza tareas simples y deja a los trabajadores con un entorno de trabajo más intenso y acelerado. La IA también puede cambiar la forma en que se monitorea o se gestiona el trabajo, lo que puede aumentar la percepción de equidad, pero también plantea riesgos a la privacidad y autonomía de los trabajadores al ejecutar tareas. La IA también puede introducir o perpetuar sesgos.

Los riesgos de utilizar IA en el lugar de trabajo, junto con el rápido ritmo de desarrollo y despliegue de la IA (incluidos los últimos modelos de IA generativa), subrayan la necesidad de tomar medidas decisivas para desarrollar políticas que aprovechen los beneficios que la IA puede brindar en el lugar de trabajo, al tiempo que aborden los riesgos para los derechos fundamentales y el bienestar de los trabajadores. La legislación existente, como la relacionada con la discriminación, protección de datos o los derechos de los trabajadores a organizarse, es una base importante para gestionar el uso de la IA en el lugar de trabajo, pero aún no está claro hasta qué punto se puede aplicar a la IA debido a la limitada jurisprudencia relevante. Como resultado, los países también están desarrollando legislación específica sobre IA y normas no vinculantes (como estrategias de IA, principios éticos y estándares).

El impacto de la IA en tareas y empleos generará cambios en las necesidades de habilidades. Si bien las empresas que utilizan IA dicen proporcionar capacitación en IA, la falta de habilidades sigue siendo una barrera importante para su adopción. Por lo tanto, las políticas públicas desempeñarán un papel importante, no solo para incentivar la capacitación por parte del empleador, sino también porque una parte importante de la capacitación requerida se lleva a cabo en la educación formal. La propia IA puede ofrecer oportunidades para mejorar el diseño, la focalización y la entrega de la capacitación, en particular la oportunidad de proporcionar soluciones de capacitación personalizadas a gran escala. No obstante, el uso de la IA en la capacitación podría agravar las desigualdades y perpetuar sesgos humanos, y estos desafíos deben abordarse.

La negociación colectiva y el diálogo social también desempeñan un papel importante en el apoyo a los trabajadores y las empresas en la transición hacia la IA. La adopción de la IA tiende a generar mejores resultados para los trabajadores cuando se consulta a sus representantes. Sin embargo, las características específicas de la IA y la forma en que se implementa, como su rápida difusión, su capacidad de aprendizaje y el mayor desequilibrio de poder que puede crear, ejercen una mayor presión sobre las relaciones laborales. Si bien las tecnologías de IA tienen el potencial de ayudar a los interlocutores sociales a perseguir sus objetivos y estrategias, la falta de experiencia relacionada con la IA entre los interlocutores sociales es un gran desafío.

Este trabajo ha sido traducido por la OCDE. Las únicas versiones oficiales son los textos en inglés y/o francés.

Metadata, Legal and Rights

This document, as well as any data and map included herein, are without prejudice to the status of or sovereignty over any territory, to the delimitation of international frontiers and boundaries and to the name of any territory, city or area. Extracts from publications may be subject to additional disclaimers, which are set out in the complete version of the publication, available at the link provided.

© OECD 2023

The use of this work, whether digital or print, is governed by the Terms and Conditions to be found at https://www.oecd.org/termsandconditions.